El gadget del sábado: Galaxy S23 Ultra, ¿el mejor móvil? Depende el cristal con que se mire

A las puertas del Mobile World Congress, con lanzamientos previos y otros a la espera del evento, la llegada del nuevo peso pesado de Samsung, el Galaxy S23 Ultra es una apuesta consolidada por convertirse en el mejor móvil del año. Y decir eso en febrero es mucho. Pero hay razones… Al menos dependemos del cristal con que se mire. Aquí la mar de dudas que pueden invadirnos.

Primero: el diseño. Las innovaciones en este sentido no son excesivas. En los años impares Samsung “repite” un poco el diseño anterior y fue en 2022, con el S22 cuando se vieron más cambios. Así que no hay que esperar un giro ni de 45º en este aspecto. Se mantienen los materiales premium, las curvas de la pantalla se reducen ligeramente (menos pantalla efectiva pero también menor posibilidad de toque accidental) y sus colores (verde, negro, lavanda y crema) son originales. Se trata de colores mate que pueden atraer huellas pero son perfectos si vamos a discreción en el diseño. Es un smartphone de gran tamaño (pantalla de 6,8 pulgadas). Muy bueno para contenido multimedia y complejo para acceder a sus botones con una sola mano. Las cámaras sobresalen un poco de la parte trasera, pero no es algo que moleste o desequilibre el dispositivo. Veredicto: en todos sus perfiles se nota que es, visualmente y en el tacto, un alta gama.

Pantalla. Ya decíamos que estamos ante una pantalla AMOLED de 6,8 pulgadas. La reproducción de colores es excelente (esperable de Samsung). Tiene una tasa de refresco de 120 Hz, otro imprescindible en un alta gama. Se comporta muy bien en plena luz del sol…aunque no excelente: los 250 nits que le quita el último iPhone al llegar a los 2.000 se notan en condiciones extremas. No es un problema grande pero sí es algo a destacar: no es la mejor pantalla del mercado, pero puede serlo entre los móviles Android. Veredicto: alcanza sobrado una puntuación de 9.

Procesador. Aquí el Galaxy S23 Ultra (por fin) apuesta por el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2, considerado uno de los mejores procesadores que ha fabricado Qualcomm hasta la fecha. De hecho lo han “personalizado” para aumentarle la potencia gracias a un aumento en la frecuencia de reloj tanto de la CPU como de la GPU. Ha pasado de los 3,2 GHz de la versión estándar hasta los 3,36 GHz. Básicamente est significa que una CPU con una velocidad de reloj de 3,2 GHz ejecuta 3.200 millones de ciclos por segundo y lo han subido hasta los 3.360 millones de ciclos por segundo. Si tenemos en cuenta que durante cada ciclo se abren y cierran miles de millones de transistores dentro del procesador, este incremento que parece nimio, pone más neuronas a trabajar que cualquier otro móvil con el mismo procesador. Esto incide en la cámara, en la batería, en la capacidad de multitareas y en disfrutar de videojuegos por ejemplo. A esto hay que sumarle la memoria: hasta 12 GB de RAM y desde 256 a 1 TB de memoria interna. Si bien el almacenamiento es suficiente con los 512, los 12 GB de RAM son imprescindibles casi para acompañar la potencia del procesador. Veredicto: un paso adelante definitivo, siempre que la memoria RAM vaya de la mano.

S-Pen: Aquí vamos con cuestiones de gustos. Hay quienes jamás lo usan y otros que aprovechamos su capacidad para notas, como disparador de cámara, para traducir o marcar textos. No hay cambios respecto a la generación anterior por lo que juzgarlo como innovación no es lógico.

Batería: el teléfono mantiene las prestaciones del año pasado: 5.000mAh y carga rápida de 45W, con opción a cargar de forma inalámbrica hasta 15W. La diferencia respecto a la generación anterior es que gracias al procesador y una cámara de refrigeración mejor, la autonomía ha aumentado en mínimo una hora y llega tranquilamente a las 7 horas de uso constante de pantalla con wifi. En el lado positivo con un cargador de 65 W la carga completa toma menos de una hora. Se puede programar el ritmo de carga para no someter a presión extra a la batería. En el negativo es que no trae cargador: un móvil por encima de los 1.400 euros sin cargador original es un punto negativo. Comprendiendo que hay un enorme número de cables y cargadores en cada casa, quizás se podría implementar una política de cambio que podamos llevar cargadores viejos a cambio de uno nuevo y los fabricantes sean los responsables de reciclarlos y/o reutilizarlos. Veredicto: muy buena batería y autonomía. El tema del cargador es, en este sector de móviles, algo que debo resolverse.

Cámaras. Aquí hablamos a lo grande. Una principal de 200 MP., un ultra gran angular de 12 MP y dos teleobjetivos de 10 MP. cada uno. Y la frontal de 12 MP. Detalles interesantes. El modo automático es mucho mejor que el de la generación previa y teniendo en cuenta que es el más utilizado por la mayoría, el salto se ve fácilmente. La fotografía nocturna es muy buena y el apartado específico de astrofotografía, una apuesta interesante de Samsung, estelar. Es uno de los “juguetes” más interesantes para fanáticos y personas interesados en la astronomía. También integra Expert RAW en la interfaz de cámara, facilitando las tareas de edición. Tiene tantas configuraciones que son muy pocos los que explorarán todas ellas. En vídeo graba en 8K y su estabilización es de aplauso. Lo que el último Pixel es para la fotografía, el S23 lo es para el vídeo. En el otro platillo de la balanza hay que tener en cuenta que las mejoras, si bien importantes, no son tan drásticas respecto a la generación anterior.

Veredicto final: sin duda va a ser uno de los móviles del año en casi todos los apartados. Solo tiene dos lastres importantes: su precio y que quienes tienen un S22 no notarán tanto la diferencia excepto en apartados como la batería (una hora de diferencia) o en la resolución de la lente principal.