Misión OSIRIS-REx
La NASA no puede abrir el contenedor con las muestras del asteroide Bennu
La misión OSIRIS-REx ha tardado 7 años en completarse, pero dos tornillos de fijación están impidiendo acceder al regolito recogido
La sonda OSIRIS-REx fue lanzada en 2016, llegó al asteroide Bennu en 2018, inició el camino de vuelta en 2020 y el pasado 24 de septiembre aterrizó la cápsula con las muestras de polvo y rocas recogidas, en el desierto de Utah, Estados Unidos. La NASA consideró la misión un éxito, pero un mes después todavía no ha conseguido abrir el TAGSAM, sistema de adquisición de muestras de la sonda que las contiene en su interior, y acceder a ellas. La culpa la tienen 2 de los 35 tornillos de fijación que lo sellan y que se resisten a ser retirados.
Según ha explicado la NASA en un comunicado, las muestras que se han procesado y de las que ya publicó un primer análisis no son las contenidas en el TAGSAM sino 70,3 gramos encontrados en el exterior del cabezal del muestreador y en su interior. Esa cantidad ya supera los objetivos iniciales de la misión que esperaba recoger 60 gramos y que finalmente regresó con unos 250 en el interior de la cápsula, pero la NASA todavía no ha logrado acceder a esta carga.
El equipo que está trabajando en el Centro Espacial Johnson en Houston tiene la complicación añadida de que las rocas y el polvo de Bennu se encuentran en una caja sellada y con una atmósfera de nitrógeno en su interior para evitar su contaminación por la terrestre.
Los técnicos aseguran haber realizado múltiples intentos con todas las herramientas aprobadas para su uso con el TAGSAM sin conseguir vencer la resistencia de los dos últimos tornillos que impiden abrirlo. La NASA está desarrollando nuevos enfoques que les permita lograrlo sin comprometer la integridad de la muestra.
Todo el trabajo con las muestras, así como en el cabezal del TAGSAM, se realiza en una “caja de guantes”, un contenedor sellado y con guantes incorporados para manipular el interior, y bajo un flujo de nitrógeno. De esta manera se evita que entren en contacto con la atmósfera terrestre y se preserva su estado para análisis científicos posteriores. Las herramientas para cualquier solución propuesta para extraer el material restante deben poder caber dentro de la caja de guantes y no comprometer la integridad de las muestras.
La misión OSIRIS-REx tiene como objetivo arrojar luz sobre el origen del sistema solar y de la vida estudiando las muestras del asteroide formado hace 4.500 millones de años. Los primeros análisis de la NASA ya han detectado compuestos de carbono y agua en el regolito.
La sonda OSIRIS-REx, tras lanzar a la atmósfera terrestre la cápsula que fue recogida el pasado septiembre, continúa en el espacio dirigiéndose al asteroide Apophis en una nueva misión, ahora bajo el nombre OSIRIS-APEX.
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