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Exploración espacial

Así vivieron los cuatro astronautas de la NASA durante un año en el “búnker” que simula ser Marte

Se trata de la primera de una serie de tres misiones de simulación para regresar a la Luna y hacer el primer viaje al planeta rojo.

El equipo de la primera misión CHAPEA el día que cumplieron un año de aislamiento. NASANASA

El tiempo es relativo y sin duda en Marte pasa mucho más lento que en la Tierra. Al menos así debió ser para los cuatro astronautas que formaron parte de la misión CHAPEA (siglas de Simulación de Exploración de Rendimiento y Salud de la Tripulación) cuyo objetivo era simular la vida en Marte y que hace apenas unas horas concluyeron su experimento tras 378 días aislados del mundo exterior.

Los cuatro voluntarios, Anca Selariu, Ross Brockwell, Nathan Jones y el líder del equipo Kelly Haston, salieron de la base Mars Dune Alpha, construida por la NASA, donde habían vivido durante todo el experimento.

La estructura de 160 metros cuadrados en el Centro Espacial Johnson en Houston fue diseñada para imitar las condiciones del Planeta Rojo. El hábitat es una instalación impresa en 3D, con dormitorios, un gimnasio, áreas comunes y una granja vertical para cultivar alimentos.

La estructura también cuenta con un área al aire libre, separada por una esclusa, con el propósito de simular las dificultades a las que se tendrán que enfrentar los astronautas en suelo marciano. La zona está llena de arena roja, para simular el terreno, y cada “paseo” que realizaban los astronautas debían colocarse sus trajes, su soporte vital y el sistema de respiración, como si de verdad se encontraran en el planeta rojo.

Los cuatro voluntarios han pasado el último año cultivando hortalizas, realizando caminatas espaciales y operando bajo lo que la NASA llama "factores estresantes adicionales". Estos incluyeron retrasos en la comunicación con la “Tierra” (incluidas sus familias), aislamiento y encierro. El equipo también realizó investigaciones científicas basadas principalmente en la nutrición, y determinando sus efectos en su rendimiento

“Podemos hacer estas cosas juntos – explicó Brockwell en un comunicado -. Podemos utilizar nuestros sentidos de asombro y propósito para lograr la paz y la prosperidad y desbloquear el conocimiento y la alegría en beneficio de todos en cada parte del planeta Tierra”.

La misión fue la primera de la serie CHAPEA y ha servido, de acuerdo con Julie Kramer, directora de ingeniería de la NASA, para “darnos la oportunidad de aprender todas estas cosas críticas sobre estos sistemas complejos, y hará que ir y regresar a Marte sea mucho más seguro”. Tanto el año que viene como en 2027 se realizarán nuevas misiones CHAPEA adicionales para 2025 y 2027. Todas ellas se realizarán, por ahora, en la misma base.