Espacio
Por qué los astronautas crecen ‘7 centímetros’ mientras están en el espacio
El astronauta español Pablo Álvarez ha señalado en una entrevista que estos son los cm que aumenta, de media, una persona que pasa un tiempo prolongado en entornos como la Estación Espacial Internacional
Pablo Álvarez, el leonés que el pasado abril se graduó como astronauta de la Agencia Espacial Europea, ha llamado la atención este lunes con unas declaraciones sobre cómo afecta la vida en el espacio al cuerpo humano. ‘De media, un astronauta crece 7 centímetros. Luego vuelves a la Tierra y vuelves a tu estatura normal’, ha señalado en una entrevista en la Cadena Ser.
Con estas palabras, el que será el tercer astronauta español de la historia, tras Pedro Duque y el hispano-estadounidense Miguel López-Alegría, hacía referencia a uno de los efectos más conocidos de las condiciones en las que los astronautas viven en la Estación Espacial Internacional (ISS) durante periodos prolongados de tiempo y que no es el único.
El ‘crecimiento’ que experimentan los astronautas es una consecuencia que se estudia desde hace décadas. En 2018, el astronauta japonés Norishige Kanai anunció en su cuenta en la antigua Twitter que había crecido 9 centímetros tras pasar solo 3 semanas en la ISS. ‘Estoy un poco preocupado por si entraré en el asiento de la nave Soyuz cuando regrese’, dado que los asientos tienen un límite de altura. Posteriormente, rectificó y señaló que había errado en la medición y que ‘solo’ había crecido dos centímetros en ese periodo de tiempo.
Según estudios realizados por la NASA y otras agencias espaciales, los astronautas en el espacio crecen una media de entre 2 y 5 centímetros. El motivo reside en la ausencia de gravedad y cómo esta afecta a la columna vertebral.
La columna vertebral está formada por vértebras separadas por los discos intervertebrales, almohadillas formadas por cartílago. Estas se expanden por la ausencia del efecto compresor de la gravedad y de ahí viene el crecimiento en altura. Una vez se regresa a la Tierra y a las condiciones habituales de gravedad, el cambio revierte y el astronauta recupera su estatura habitual.
Eso no quiere decir que el cambio sea inocuo y, de hecho, genera incomodidades y problemas físicos. Conforme los discos intervertebrales se expanden, la curvatura natural de la columna se aplana, y la ausencia de gravedad también provoca que los músculos se debiliten, lo que ha hecho que los dolores de espalda sean un problema común para los astronautas que pasan largas temporadas en el espacio. Un estudio publicado en 2016 recogía que más de la mitad de los astronautas estadounidenses han sufrido dolores de espalda durante sus misiones, que un 28% calificó entre moderado y severo. Tras su regreso a la Tierra, tienen un riesgo 4,3 veces mayor que quienes no han ido al espacio de sufrir una hernia discal.
Por este y otros motivos, los astronautas siguen un estricto programa de ejercicio físico mientras se mantienen en entornos como la ISS. Por ejemplo, para paliar los efectos de la pérdida de masa ósea en el espacio. Si una persona anciana en la Tierra pierde un 1% de masa ósea en un año, un astronauta en el espacio lo pierde en un mes. Además, la falta de gravedad atrofia los músculos y hace que pierdan volumen.
Otro de los efectos de las estancias en el espacio afecta a la vista y provoca que dos tercios de los astronautas regresen del espacio con miopía, aunque cuando despegaran de la Tierra tuvieran una visión perfecta.
‘Hay dos cosas irreversibles: no se llega a recuperar al 100% la masa ósea que pierdes y hay efectos permanentes en los ojos porque la presión ocular aumenta y se llegan a deformar los ojos’, ha explicado Álvarez al medio.
Sunita Williams -la astronauta de la NASA que el pasado junio subió a la ISS con Butch Wilmore a bordo de la Starliner, inicialmente para una misión de 8 días, pero que han pospuesto su regreso a Tierra hasta febrero por los fallos que tuvo la cápsula de Boeing- también ha hablado recientemente sobre los efectos de vivir en el espacio. ‘Los callos de los pies desaparecen porque no caminas y las uñas y el cabello crecen más rápido’, explicaba en una entrevista en septiembre. ‘Sin gravedad, algunas arrugas de la cara se suavizan temporalmente debido al desplazamiento de líquido hacia arriba. La columna vertebral también se expande porque no hay presión sobre el cartílago entre las vértebras, lo que hace que uno sea ligeramente más alto en el espacio’. Williams recalcó que estos cambios se revierten al regresar a la Tierra: ‘te encoges de nuevo a tu altura normal y es posible que te duela un poco la espalda a medida que la gravedad se reafirma’.
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