Exploración espacial
Long March 9 y 10, los colosales cohetes chinos que rivalizan con el Starship de SpaceX
China trabaja en dos cohetes superpesados que deberán transportar misiones a la Luna y Marte
El programa Artemis de la NASA, que planea llevar de nuevo al hombre a la Luna, establecer una estación lunar en órbita y llevar la exploración espacial a Marte no es el único con tan altas metas. China, que en las últimas décadas se ha convertido en una importante potencia en la exploración especial, tiene planes similares y en ellos juegan un papel fundamental los cohetes transportadores superpesados, al estilo del Starship que la semana pasada estalló a los cuatro minutos de despegar tras fracasar la maniobra de separación de la primera etapa del cohete con la segunda. El país comunista todavía no ha realizado ninguna prueba como la que llevó a cabo SpaceX, pero sus objetivos a medio plazo son tan ambiciosos como los de Estados Unidos.
El programa espacial chino prevé que sus astronautas pisarán la superficie de la Luna en 2030, cinco años después que los del programa Artemis, construir una base lunar permanente y llevar la exploración, con misiones tripuladas, más adelante a Marte. En estos planes juegan un papel fundamental los superlanzadores Long March-9 y Long March-10, actualmente en desarrollo y del que hemos visto recientemente el enorme tanque de almacenamiento de 10 metros de diámetros que usará el Long March-9.
Long March-9
Este superlanzador, en el que China comenzó a trabajar en 2010 y que ha sufrido varios rediseños desde entonces, será el cohete empleado en las misiones hacia la Luna a partir de 2030 mientras que el Long March-10 se usará en las primeras misiones hacia el satélite que comenzarán en 2027, tres años antes de que los astronautas alunicen.
Esos rediseños, el último anunciado en 2022, son los responsables de que el Long-March 10 vaya a entrar en funcionamiento antes que el 9, a pesar de haberse iniciado su desarrollo en 2016. En su versión actual, el Long-March 9 es un cohete reutilizable, en su primera etapa aunque el objetivo es que llegue a serlo por completo, con un diseño monobloque que prescinde de impulsores externos.
La primera de las tres etapas del cohete está provista de 30 motores de metano que proporcionan 200 toneladas de empuje cada uno. La segunda etapa cuenta con dos de estos motores y la tercera se propulsará con un motor criogénico con 120 toneladas de empuje. Con esta potencia, Long March-9 podrá transportar 150 toneladas de carga útil a la órbita baja terrestre, 54 toneladas a la Luna y 35 a Marte.
Al igual que el Long March-10, está desarrollado por la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento, CALT por sus siglas en inglés. Su masa ronda las 4.000 toneladas y su altura llega a los 110 metros, lo que le pone a la par del Saturn-V y solo por detrás del SLS que emplea la NASA en Artemis y del Starship de SpaceX. En cualquier caso y visto el largo historial de modificaciones que ha tenido el Long March-9 en los últimos años, no es descartable que algunas de estas características vuelvan a modificarse antes de que China tenga un superlanzador completamente operativo.
Long March-10
Más cercana tiene su prueba de fuego el Long March-10, con la vista puesta en 2027 para su primera misión hacia la Luna. Como el Long March-9 es un cohete superpesado aunque un poco menos. Mide 88 metros y su diámetro es la mitad del Long March-9, 5 metros. Tiene menor capacidad de carga útil, siendo capaz de transportar 70 toneladas a la órbita baja terrestre y 25 toneladas a la Luna. Su masa es de 2.187 toneladas al despegar, prescinde del diseño monobloque y emplea motores de queroseno YF-100K, 7 en cada uno de sus tres propulsores de la primera etapa. La segunda etapa cuenta con dos motores YF-100M que son una versión adaptada al vacío de los anteriores y la tercera empleará tres motores de hidrógeno YF-75E.
Este Long March 10 protagonizará los primeros lanzamientos de China hacia la Luna, pero también contará con una variante de menor tamaño y reutilizable, en su primera etapa, que se empleará para vuelos a la órbita baja terrestre, principalmente a la estación espacial china Tiangong. Este modelo contará con dos etapas, una masa de 748 toneladas y un solo bloque propulsor con 7 motores YF-100K, medirá 67 metros y podrá transportar hasta 14 toneladas en su configuración reutilizable y 18 toneladas en la desechable.
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