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El gádget del sábado: Huawei MateBook 16 D, fuerza bruta y tamaño
Gran pantalla, muy buen precio, autonomía justa y mucho por contar de un portátil entre los más competitivos del mercado.
En lo que a portátiles respecta, Huawei tiene tres líneas con prestaciones muy definidas: la serie MateBook Pro X, la MateBook y la MateBook D. Si la primera es la que podríamos llamara profesional, la segunda intermedia, la MateBook D es la que aspira al usuario que busca un compromiso entre potencia y precio. Y esta es precisamente la serie que vamos a analizar, en particular el MateBook D 16.
Se trata del hermano mayor, en tamaño y potencia de la familia, con una pantalla Full HD de 16 pulgadas y un procesador Intel Core i7 de 12 generación que está disponible desde 800 euros. Su diseño es sobrio y, pese a su tamaño, es más ligero de lo que aparenta (1,7 kilos) gracias al uso de materiales de calidad en su construcción. Visualmentte destaca su gran ventilador en la parte inferior y su pantalla con un ratio de visualización de 90%, lo que significa que sus marcos son casi invisibles.
A eso le suma un interesante potpurri de conexiones para garantizar su uso en diferentes circunstancias: dos puertos USB tipo A, dos USB-C , un HDMI y el puerto mixto de 3.5 mm para auriculares y micrófono. Podríamos, si nos ponemos un poco quisiquillosos, pedir una ranura para tarjetas de memoria SD, pero teniendo en cuenta que su almacenamiento es de 512 GB y que la posibilidad de almacenar información en la nube es gratuita y fácilmente disponible no es algo que se vaya a echar de menos. La memoria RAM llega a los 16 GB, un conjunto que hace que sea muy rápido en su respuesta visual y de procesamiento.
Una de las sorpresas es que la cámara del portátil no está en el teclado, como nos tiene acostumbrados Huawei: la han ubicado en la parte superior del marco y resulta casi invisible a simple vista. Pese a ello y a su tamaño, la resolución de 1080 p es más que digna.
Otro aspecto interesante, antes de ir a las entrañas del MateBook 16D es su teclado. Simétrico con la pantalla, resulta cómodo, de gran tamaño y con un touchpad que responde con velocidad y sensibilidad: nada de presionar, basta darle un toque. Quizás tome tiempo acostumbrarse si venimos de otros modelos que precisan una presión mayor. Las teclas tienen retroiluminación eficaz, aunque no sobresaliente y el botón de encendido, también lector de huellas, funciona rozando a la perfección. Los lectores de huella de Huawei, ya desde el P40, tienen una eficacia y velocidad altísima la verdad. El encendido y la autorización son casi simultáneas.
Ventajas y desventajas... son las dos cara de la misma moneda: su tamaño de pantalla es un lujo pero su peso (aunque reducido) hace que no sea un portátil para llevar a todas partes. La autonomía tampoco acompaña tanto: cinco horas. Es suficiente para la mayoría de las tareas que podemos realizar fuera de casa y sin depender de un cable pero puede ser justa. Huawei lo compensa con un cargador sencillo: 65 W y puerto USB-C, fácil de llevar y con una carga que en menos de un 35 minutos nos brinda varias horas más de uso. El mismo cargador se puede usar en móviles, lo que le da mayor versatilidad al conjunto.
Otra característica interesante es la opción Huawei Share, una que debería ser universal: el equipo detecta otros dispositivos de la marca y permite el intercambio de información y datos de forma inalámbrica y rápida. Compartir pantalla, imágenes, textos, mensajes... Si solo fuera algo que todos los fabricantes lo pusieran a disponibilidad del usuario sería más sencillo la verdad.
En lo que a potencia respecta va sobrado para la mayoría de los usuarios. Los únicos que podrán encontrar alguna pega son los fanáticos de los videojuegos y quienes se dediquen de forma específica y exclusiva al diseño. Y ambos grupos tienen sus propias marrcas específicas para estos cometidos. Para el resto de los usuarios será un equipo más que suficiente. Sí nos gustaría que el sonido fuese un poco más preciso por encima del 75% del volumen y que los altavoces no estuvieran en la parte inferior, lo que perjudica un poco la calidad de salida.
El veredicto:
Si vamos a pasar un 70% del tiempo en casa o en la oficina y el resto o menos en viajes, es un equipo perfecto. Fácil de personalizar en apariencia y de crear perfiles específicos. Se calienta a veces la parte inferior si le exigimos mucho en modo multitarea. Si su cargador tuviera un poco más de potencia para incrementar la velocidad de carga (90W sería perfecto), ya sería la guinda sobre el pastel. Sobrre todo teniendo en cuenta que hablamos de un equipo disponible desde 800 euros.