Consumo
“Decirles a las máquinas qué tienen que hacer será cosa del pasado”
Hakan Bulgurlu, CEO de Beko, señala cómo la inteligencia artificial ocupará un lugar en nuestros hogares.
En tecnología no vale todo a la hora de vender. Por más que ocupe muchos titulares, incluir genómico, orgánico o inteligencia artificial, a menudo no es real. De hecho, la IA se incluye en muchos dispositivos cuando la verdad es que no tienen esa capacidad, como mucho utilizan sensores que miden ciertos parámetros, pero no sacan conclusiones ni las utilizan para llegar a un resultado deseado. Así es cómo se venden hornos, lavadoras, cocinas o neveras con IA, cuando solo tienen sensores de temperatura…
“De pronto todo parece ser inteligencia artificial – nos explica Hakan Bulgurlu, CEO de la firma Beko, en Berlín - y se convierte en una tendencia. Globalmente, no estamos en ello, ya que requiere que tengamos cierta conciencia. De lo que sí podemos hablar es de mejores sensores, un aprendizaje automático (machine learning) mucho mejor y que sí se está utilizando. Una lavadora tiene 20 programas, pero la mayoría usamos dos o tres y aun así, el resto tiene una función, o ahorran agua o detergente... El aprendizaje automático le dice a la lavadora qué detergente usar, la cantidad exacta de jabón dependiendo del tejido, la cantidad de suciedad y el peso”.
En pocas palabras, los sensores miden ciertas variables y el aprendizaje automático es el responsable de utilizar esos datos para optimizar el uso de energía detergente y gastos energético para cada lavado. Pero hay más porque la IA no solo ahorra en cada lavado con este sistema, también puede decidir en qué momento del día hacerlo.
“La lavadora – confirma Bulgurlu - también actuará cuando la electricidad sea más baja y usará la función de secado para cuando regresemos a casa y la encontremos seca. De este modo no solo se reducirá el gasto eléctrico, también se ampliará nuestro tiempo libre, ya que encontraremos la ropa preparada en el momento que tengamos libre y no habrá peligro de que acumulen humedad o malos olores”.
Y esta tecnología no solo es válida para las lavadoras, sino también para otros electrodomésticos. Por ejemplo, los hornos. Este tipo de electrodomésticos hace tiempo que no solo cocinan o tienen una cámara que nos permite ver, de forma remota, cómo avanza la receta. También incorporan los sensores y la IA que hemos visto en la lavadora.
“Los hornos – afirma Bulgurlu - cocinarán dependiendo del peso, la receta y del tipo de cocción que te guste para que, cuando lo quites del horno, esté perfectamente hecho. Y también a la hora que lo queramos, teniendo en cuenta a la hora que cenamos habitualmente. Que le digamos a la máquina qué hacer será cosa del pasado”.
Una de las claves de todo esto será el ecosistema que permita conectar todos los electrodomésticos con, por ejemplo, el móvil o el asistente de voz en el hogar. Si la cámara en el interior de un horno es útil para controlar de forma remota, una cámara exterior puede ser igual de valiosa.
“Exacto – asiente Bulgurlu -. La idea es que sea más fácil para el consumidor y más sostenible para todos. El reconocimiento facial también permitirá identificar quién ha puesto la cena y cuáles son sus gustos respecto a puntos de cocción, hora de la cena y otros detalles, lo que hará que la cena sea exactamente lo que esperamos”.
Eso sí, tanta información personal como fotos de los habitantes del hogar, horarios de entrada y salida, número de personas que viven allí y todo ello conectado a la red, es un “caramelo” para los hackers y hay que vigilar de forma estrecha que los electrodomésticos que comiencen a usar IA tengan todas las barreras de ciberseguridad activadas.
“Obviamente, hay muchos datos y mucha privacidad en este aspecto y eso es algo que nos preocupa mucho – asiente Bulgurlu -. Creemos que la regulación debe ponerse al día y debe hacerlo rápido. También debe haber un ecosistema abierto en el que se pueda innovar y que pueda actuar en paralelo en diferentes marcas que cumplan con los mismos estándares de seguridad y con protocolo establecidos y claros”.
La sostenibilidad es el otro aspecto a tener en cuenta en este entorno. Bulgurlu nos anticipa que han desarrollado una app que permite saber el consumo energético en el hogar y que es compatible con diferentes marcas. Pero no solo la quieren para ahorrar…
“En cierto sentido, queremos gamificar el ahorro – señala Bulgurlu - dando puntos de ahorro que se pueden convertir, por ejemplo, en descuentos para nuevos productos. No basta con ser sostenibles también hay que ser innovadores en términos tecnológicos y estas dos facetas están reñidos entre sí. Debemos ir a largo plazo y el objetivo es emisiones cero. Me parece muy bien que le demos una vida más larga a los productos, pero si estos consumen el doble de energía que los nuevos, alargar la vida no siempre tiene sentido si aspiramos a la sostenibilidad. El modo en el que vivimos hoy, con un consumo ilimitado, está destruyendo el mundo. No es sostenible”.