Inteligencia artificial
El CEO de OpenAI comparó la IA con la creación de la bomba atómica: “¿estoy haciendo algo bueno o malo?”
Los contratos firmados entre Microsoft y OpenAI otorgan a la compañía de Sam Altman la potestad de “apagar” la tecnología en cualquier momento si lo considera necesario
Sam Altman,CEO de OpenAI,es actualmente una de las principales figuras en el campo de la inteligencia artificial. No porque haya destacado como investigador o ingeniero en este campo, sino por la dirección que ha dado a OpenAI y la decisión de poner la inteligencia artificial generativa en manos del consumidor final que ha desatado la actual ola de entusiasmo por este tipo de herramientas.
Pese a la acogida que están teniendo herramientas como ChatGPTy el impulso que le están dando las grandes tecnológicas, cada vez son más las voces que advierten de los riesgos de las actuales inteligencias artificiales generativas y, de llegar a conseguirlo, los que puede presentar una inteligencia artificial general. En este contexto, es interesante conocer lo que piensa el cofundador de OpenAI.
En un reportaje publicado en New York Times, el periodista Cade Metz entrevistaba a Altman y recordaba algunos encuentros mantenidos con él a lo largo de los años. Así Metz relata cómo en 2019 Altman le mostró el contrato que OpenAI había firmado con Microsoft por el que ésta última compañía invertía 1.000 millones de dólares para la construcción de una inteligencia artificial general (en enero de este año, Microsoft amplió su inversión en OpenAI en 10.000 millones más).
Altman comparó entonces a su compañía con el Proyecto Manhattan, el programa de investigación secreto que desarrolló la bomba atómica que, como se anticipa sobre la IA, cambió el mundo. La creación de la bomba atómica fue “un proyecto de la escala de OpenAI, el nivel de ambición al que aspiramos”, señaló Altman a Metz.
Como es de esperar, Altman estaba y está en el bando de los que cree que la inteligencia artificial va a suponer un cambio beneficioso para la sociedad, pero ya entonces se mostraba preocupado por los usos dañinos que se le podían dar a la tecnología desarrollada por OpenAI. “Trato de ser sincero. ¿Estoy haciendo algo bueno? ¿O realmente malo?”.
También parafraseó al físico nuclear Robert Oppenheimer, uno de los líderes del Proyecto Manhattan, quien creía que la creación de la bomba atómica era inevitable dado el progreso científico: “la tecnología sucede porque es posible”, señaló Altman a Metz. Curiosamente, el CEO de OpenAI comparte fecha de nacimiento con Oppenheimer, quien siempre lamentó las víctimas inocentes provocadas por las bombas nucleares lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki y posteriormente trabajó para evitar la proliferación de armamento nuclear y frenar la carrera armamentística nuclear entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética.
Altman, sin embargo, cuenta con una opción que nunca tuvo Oppenheimer. En los contratos que OpenAI ha firmado con Microsoft, la compañía de Altman se reserva el derecho de apagar la tecnología que han creado en cualquier momento si lo considera necesario.