Para muchos dueños de gatos, el amor por sus felinos se ve puesto a prueba cada vez que encuentran sus muebles convertidos en el blanco de las garras afiladas de sus mascotas. Este comportamiento es completamente natural, ya que arañar les permite a los gatos marcar territorio, estirar sus músculos y mantener sus uñas en buen estado. Sin embargo, cuando el rascado se concentra en tus sofás, sillas o cortinas, puede resultar frustrante y costoso. Afortunadamente, este truco está ayudando a miles de propietarios a poner fin a este problema de una vez por todas.

El truco definitivo se basa en ofrecer alternativas más atractivas y reentrenar a tu gato con métodos positivos. La clave del éxito está en combinar tres aspectos fundamentales: rascadores estratégicamente ubicados, feromonas sintéticas que calman la ansiedad territorial del gato, y el refuerzo positivo para alentar nuevos hábitos.

Rascadores adecuados y bien posicionados

Los gatos tienden a arañar superficies específicas porque están buscando texturas que les resulten satisfactorias para sus garras. Es por eso que lo primero que debes hacer es proporcionar rascadores de calidad, hechos de materiales que disfruten, como cuerda de sisal, cartón corrugado o madera. Pero el truco no es solo tener rascadores, sino colocarlos donde tu gato ya tiende a arañar. Si a tu gato le gusta arañar el costado del sofá, coloca un rascador cerca de esa área para redirigir su comportamiento.

Feromonas para reducir la necesidad de marcar

El uso de feromonas sintéticas, disponibles en aerosoles o difusores, ha demostrado ser una herramienta efectiva para disminuir la ansiedad y el deseo de marcar territorio. Estas feromonas replican las señales químicas que los gatos utilizan para sentirse seguros en su entorno. Aplicarlas en las áreas problemáticas o utilizar un difusor en la habitación puede ayudar a reducir la necesidad de arañar tus muebles.

Refuerzo positivo y entrenamiento

Cuando el gato use el rascador en lugar de los muebles, asegúrate de recompensarlo con una golosina, caricias o juegos. Esto refuerza el comportamiento positivo y le enseña que utilizar el rascador es algo bueno. Algunos expertos también recomiendan el uso de hierba gatera o catnip para atraer aún más al gato hacia los rascadores.

Además de estas técnicas, cubrir temporalmente las zonas que suelen arañar con protectores o telas que no les resulten atractivas puede ayudar durante el proceso de reentrenamiento. También es importante recordar que nunca se debe castigar al gato por arañar, ya que este comportamiento es instintivo y un regaño podría generar estrés, empeorando la situación.

Con estas sencillas pero efectivas soluciones, puedes despedirte de los muebles destrozados y disfrutar de un hogar más armonioso sin sacrificar la comodidad de tu gato. La paciencia y consistencia son clave, pero los resultados valen la pena: tu gato seguirá siendo feliz y saludable, y tus muebles se mantendrán intactos. ¡Un equilibrio perfecto!