Estudio

Un estudio revela que el aire en las estaciones de metro es perjudicial para la salud

Investigadores aseguran que la exposición de partículas de hierro en algunas estaciones del metro de Nueva York es 15 veces superior a las directrices que otorga la Organización Mundial de la Salud

Entrada de la estación de Metro y Renfe de la Sagrera
Entrada de la estación de Metro y RenfeEuropa Press

Un estudio de la Universidad de Nueva York ha descubierto que el aire en las estaciones del metro es potencialmente insalubre porque contiene partículas diminutas, casi invisibles, de hierro. Estas motas son un resultado inevitable de la fricción entre los frenos, las ruedas del tren y las vías del metro.

El estudio señala que ciudades como Nueva York han promovido el transporte público “para reducir la congestión vehicular y mejorar la calidad del aire”. Sin embargo, gracias a esta investigación, se ha descubierto que, a pesar de que la reducción de vehículos favorece en la atmósfera, la calidad del aire dentro del sistema de metro es mala.

El Dr. Shams Azad, principal investigador de este estudio, ha asegurado que las concentraciones de partículas de hierro en algunas estaciones eran 15 veces superiores a las directrices que otorga la Organización Mundial de la Salud. Dijo que la concentración media en las estaciones era de 150 a 200 unidades, mientras que el límite de la OMS era de 15.

Para llevar a cabo la investigación, se simularon las rutinas de viaje de casa al trabajo de tres millones de pasajeros en todas las estaciones de metro de la ciudad midiendo las concentraciones de partículas en viajes de ida y vuelta en cada línea. A la ida, con un aparato de medición manual, tomaron lecturas del aire en el vagón del metro en el que viajaban. A la vuelta, se bajaron en cada estación y midieron el aire hasta que llegó el siguiente tren, por lo que pasaron entre cinco y quince minutos en cada andén. Para llevar a cabo una medición lo más exacta posible, los investigadores tuvieron en cuenta el tiempo de espera en el andén y los transbordos.

El estudio encontró que el aire contaminado afecta desproporcionadamente a los pasajeros con bajos ingresos, especialmente aquellos que eran extranjeros, debido a que sus viajes suelen ser más largos y requieren más transbordos entre trenes.

Azad afirma que se desconocen los efectos a largo plazo de las partículas de hierro sobre la salud, pero asegura que son potencialmente perjudiciales, según han establecido otros estudios. La investigación concluyó que las partículas pueden permanecer suspendidas en el aire durante largos períodos y, cuando se inhalan, pueden ingresar fácilmente al torrente sanguíneo.

La Autoridad Metropolitana de Transporte de Nueva York se mostró en desacuerdo con lo que llamó “un estudio reciclado basado en datos de hace años”. Azad, que ahora es investigador científico postdoctoral en la escuela de clima de la Universidad de Columbia, dijo que las mediciones para el estudio se tomaron entre 2021 y 2022.

La competente del área metropolitana neoyorquina también ha asegurado que el sistema de metro se limpia con frecuencia mediante trenes aspiradores y unidades móviles de lavado que lavan a presión las plataformas. Según la administración, el 40% de las estaciones están al aire libre y el estudio mostró que en ellas se registraron valores significativamente más bajos. Además, la autoridad ha criticado la metodología de la encuesta, ya que las mediciones de la OMS abarcaron un período de 24 horas, mientras que las del estudio fueron mucho más breves. También afirmaron que la contaminación que figuraba en las mediciones de la OMS era causada por combustibles fósiles, lo que, según ellos, no era como consecuencia del metro.

“Toda persona seria sabe que el transporte público es el antídoto contra los combustibles fósiles, la única razón por la que Nueva York es la ciudad más verde del mundo”, afirmó la agencia en un comunicado, y agregó que el transporte público era “un motor de equidad para las personas de todas las comunidades”.