Dos vueltas de campana
Siete de los heridos en el bus que volcó en Covadonga siguen hospitalizados y evolucionan favorablemente
El taxista Antonio Bueno acudió a socorrer a los heridos y se quedó "una hora" con el empleado de ALSA que, pese a que "se llevó la peor parte", estaba preocupado por los 48 pasajeros
Las siete personas que permanecen hospitalizadas por las lesiones sufridas en el accidente de autobús este lunes en los Lagos de Covadonga evolucionan favorablemente, han indicado fuentes del Principado de Asturias. Al autobús le quedaban poco más de 2 kilómetros hasta llegar a los Lagos de Covadonga por la carretera CO-4 cuando en torno a las 11:55 de la mañana se cruzó con otro vehículo, frenó, se movió para dejarlo pasar, perdió la estabilidad y volcó a la derecha dando dos vueltas de campana y cayendo de costado con 49 ocupantes, entre ellos 10 menores entre 8 meses y 13 años que todos ellos resultaron heridos leves.
El siniestro provocó 6 heridos graves "con pronóstico reservado", 6 de menor consideración y 37 heridos leves, entre ellos los 10 menores de entre 8 meses y 13 años, que viajaban en este autobús para pasar el día en esta zona de los Picos de Europa. Muchos de los heridos leves recibieron el alta a las pocas horas. El conductor del autobús que subía por esta estrecha y peligrosa carretera hacia los Lagos de Covadonga es uno de los seis heridos graves de este aparatoso accidente, que muchos en Asturias califican como "un milagro" por no haber tenido que lamentar víctimas mortales a pesar de las dos vueltas de campana que dio el vehículo con 48 pasajeros antes de quedar tumbado sobre un costado.
El taxista Antonio Cuesta circulaba por la misma carretera y fue uno de los conductores que se acercó para ayudar a los heridos en los primeros momentos después del siniestro. "La gente gritaba como loca, había mucha impotencia por no saber lo que había ocurrido", ha relatado Cuesta a El Comercio. Cuesta estuvo atendiendo "durante una hora" al conductor del autobús, B., a quién conocía. Cuesta ha asegurado que este empleado de la compañía ALSA "fue quién se llevó la peor parte".
"Cayó en el sitio menos malo de toda la carretera"
Pese a ello, el conductor se mostró muy preocupado por sus 48 pasajeros: "Me decía que cómo estaba la gente y yo le respondía que tranquilo, tranquilo, que había sido un susto". Ante las peticiones del conductor del bus al taxista para que le sacase del vehículo, Cuesta sabía que no debía moverlo hasta que llegasen los servicios de emergencias: "Me decía 'Toni, ayúdame, sácame de aquí'. Pero yo le respondía que no lo podía mover".
El presidente de Asturias, Adrián Borbón del PSOE, aseguró poco después del accidente que "podía haber sido una auténtica tragedia y no fue así": "Hay personas que creen en los milagros. Otras no. Pero en mi opinión hoy La Santina obró uno inmenso". Uno de los agentes de la Guardia Civil desplazados al lugar confesaba con alivio que el autobús "cayó en el sitio menos malo de toda la carretera".
"Por la orografía las primeras informaciones apuntaban a que podía haber sido un accidente mucho más grave", ha indicado Alberto Aguilera, teniente coronel de la Guardia Civil, jefe de Operaciones de la Comandancia. Aguilera ha explicado que se movilizó a la unidad de montaña "por si hubiera que hacer un rescate en condiciones difíciles y el helicóptero". La aeronave fue vital para localizar bien la zona de actuación y evacuó a los heridos de mayor gravedad al Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, y al Hospital de Arriondas.
El conductor hacía habitualmente esta peligrosa ruta y tiene 21 años de experiencia
El autobús, con una antigüedad de nueve años y cuatro meses y equipado con cinturones de seguridad, había pasado la ITV y una revisión interna recientemente. El conductor B., un profesional con 21 años de experiencia que habitualmente hace este trayecto, había hecho su descanso reglamentario los días 25 y 26 de julio, ha asegurado ALSA. Después del siniestro, muchos usuarios de las redes sociales han contado sus experiencias subiendo a los Lagos de Covadonga en autobuses de la compañía ALSA. Algunos de ellos han asegurado que los conductores van demasiado rápido por estas complicadas carreteras.
Ante las críticas, la compañía ALSA ha emitido un comunicado en el que afirma que ha sido la primera vez que ha sufrido un accidente en los 18 años que lleva operando la ruta desde el municipio de Covadonga a los Lagos de Covadonga: "ALSA lleva operando el servicio Lagos-Covadonga desde hace 18 años, haciendo trasladado a 2,5 millones de viajeros, siendo la primera vez que sufre un accidente de estas características". El autobús tenía toda la documentación en regla.
La empresa ALSA también ha señalado que destina a esta carretera a sus empleados más experimentados. Durante el pasado año, más de 250.000 turistas utilizaron los autobuses ALSA para visitar esta zona de Picos de Europa, la más visitada del parque. ALSA ha indicado que en los 18 años que lleva dando este servicio ha transportado a más de 2,5 millones de personas sin haber registrado ningún accidente similar al de este lunes.
Tras el accidente, para facilitar las tareas de los equipos de emergencias, la carretera CO-4 que da acceso a los Lagos de Covadonga quedó cortada. Desde la base hasta el lugar de rescate se tardan unos 20 minutos en coche en condiciones normales. Por encima de la zona del siniestro, alrededor de 2.000 personas que habían subido a disfrutar de los Lagos tuvieron que alargar la jornada a la espera de que fueran evacuados las víctimas.
La Guardia Civil investiga las circunstancias del accidente sin confirmar ninguna hipótesis
La Guardia Civil está investigando todo lo relativo a este accidente. El jefe de Operaciones de la Guardia Civil en Asturias, Alberto Aguilera, ha confirmado este martes que los expertos de Tráfico, en su labor de Policía Judicial, están trabajando para esclarecer los motivos que ocasionaron el vuelco. Los agentes están hablando con los diferentes pasajeros, siete de ellos todavía ingresados en distintos hospitales del Principado. La Benemérita también ha indicado que se está a la espera de los resultados de un análisis de sangre del conductor, algo que se hace por protocolo.
Con los testigos se está intentando aclarar si, como reflejan algunas informaciones, el siniestro se produjo cuando el bus se cruzó con una autocaravana. Aguilera ha concretado que la carretera tiene cinco metros y 35 centímetros de ancho de media. Hay partes, no obstante, en las que no es tan estrecha y los miradores se aprovechan para la complicada situación que se genera cuando se cruza con otros vehículos.
Taxistas, pastores y hosteleros se acercaron para ayudar a los servicios de emergencias
La Guardia Civil también están investigando el estado de la carretera. "Los expertos realizan un montón de análisis, fotografías y recaban todos los indicios para llegar a la conclusión de cuál ha sido el motivo del accidente", ha apuntado Aguilera, que ha insistido en que todavíano se puede confirmar ninguna hipótesis.
La montaña de los Lagos de Covadonga se convirtió este lunes en un trasiego de ambulancias, UVIs móviles, personal sanitario subiendo y bajando con escolta de la Guardia Civil, facultativos decidiendo sobre la marcha a quienes urgía trasladar antes al hospital y helicópteros transportando a los heridos más graves. Taxistas como Antonio Cuesta ofrecieron sus asientos para desalojar a quien autorizaran los sanitarios, pastores acudieron a preguntar si podían ayudar en cualquier tarea y hosteleros de la zona pusieron sus negocios al servicio de las víctimas. Los vecinos de la zona de Covadonga pusieron su granito de arena para que este accidente terminase en "milagro", como el presidente de Asturias y muchos otros en la región califican este accidente mientras se recuperan los siete heridos que continúan hospitalizados.
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