Reportaje

El patrón que «hacía desaparecer» jornaleros

Ginés Valiente ingresó el jueves en prisión sin fianza por el homicidio de Ibrahima Diouf en 2021. La Guardia Civil también busca a otro empleado suyo que desapareció en el año 2013

Ginés Valiente, Ibrahima Diouf y Tidiany
Ginés Valiente, Ibrahima Diouf y TidianyEFELa Razón

Quienes le han tratado dicen que es «el señorito Iván adaptado a nuestros tiempos», en referencia al icónico personaje de «Los Santos Inocentes» de Miguel Delibes que años más tarde llevaría al cine Mario Camus.

Ginés Valiente cumple muchos de los clichés asociados al «señorito» andaluz de cortijo y sombrero. Altivo y soberbio, este empresario de 54 años, exmilitar de profesión, no solo empleaba a «sin papeles» en sus fincas de olivos, también gestionaba con mano de hierro tierras aledañas de otros propietarios haciendo algún chanchullo para sacarles el máximo rendimiento. Dicen que le gusta presumir de coche, de ropa y de ser un empresario de la aceituna conocido en la zona que se ha «ganado a pulso» el respeto mal entendido. Porque si algo detesta Ginés por encima de todo son los derechos de los trabajadores. Que se le quejara un subsahariano le parecía el colmo y no toleraba una sola protesta que viniera de alguno de los temporeros que llegaban a Jaén a «hacer la aceituna».

El primer problema lo tuvo hace doce años con un chico de Mali, Tidiany Coulibaly, de solo 22 años. Era el año 2013. Coulibaly era un poco el cabecilla del grupo de jornaleros y estaba descontento porque llevaban ya muchos días recogiendo oliva en una zona incómoda y donde apenas quedaba ya aceituna. Ellos cobraban por kilo recogido, no por horas, por lo que «osó» proponerle al patrón si podían moverse un poco a otra zona. Cómo iba a pensar el «sindicalista» que el atrevimiento podría acabar con su vida.

Sangre en una finca que no trabajó

Los agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén no lograrían demostrar ante el juez que Ginés terminara con la vida de Coulibaly pero desde esa discusión, donde el patrón le llevó a otra finca para «mostrarle algo» nadie volvió a ver al joven. El perro de la Guardia Civil marcó restos de sangre del subsahariano en un olivo de una finca donde nunca trabajó, unas orejeras del chico y hasta «olió» a Tidiany en el bolsito bandolera y las llaves del propio Ginés. Pero el empresario se fue de rositas.

Fuentes cercanas a la investigación aseguran que, en aquella ocasión Ginés no sólo fue absuelto por la desaparición del maliense (la Fiscalía pedía para él 16 años de cárcel y la acusación particular, ejercida por la familia del chico, 29), sino que aseguran que le sirvió para «aprender mucho». Al tener por escrito todas las actuaciones policiales gracias al sumario de la causa que le proporcionó su abogado, el empresario ya sabía exactamente qué no hacer para la próxima. Porque hubo próxima. Concretamente ocho años después.

Otro jornalero subsahariano, Ibrahima Diouf, de 31 años y natural de Senegal, desapareció en idénticas circunstancias en enero de 2021 después de ir a quejarse de algo al patrón. Pretendía el empresario dar un nuevo «aviso a navegantes»: no quiere trabajando a gente que le de problemas.

[[H2:«Vamos a empezar el día»]]

La chulería de Ginés, que se sabía investigado por la Guardia Civil, llegaba al punto de dirigirse a los propios agentes a sabiendas de que tenía microfonado su coche. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que se montaba cada mañana en su vehículo, daba un par de golpecitos al salpicadero y decía: «Buenos días compañeros, vamos a empezar el día», por si acaso le estaba escuchando.

También sospechaba que podían haber instalado alguna cámara y micro en una zona concreta donde había un antiguo túnel ferroviario ya en desuso, en medio de un paraje boscoso. Para burlarse de los agentes, se quedaba mirando a un punto fijo y se ponía a hablar en alto, él solo: «Como siga lloviendo, se va a levantar todo», decía fingiendo tono preocupado, dando a entender que la crecida del agua podía revolver la tierra donde habría enterrado a su víctima. No era cierto. Allí no estaba Tidiany, pero le parecía gracioso hacer perder el tiempo a los agentes y que se pusieran a excavar allí, algo que no ocurrió.

 Detenido el empresario agrícola para el que trabajó el temporero desaparecido en Villacarrillo (Jaén) en 2021
Detenido el empresario agrícola para el que trabajó el temporero desaparecido en Villacarrillo (Jaén) en 2021Europa Press

La soberbia de Ginés ha ido creciendo con el paso del tiempo, precisamente por sentirse impune, sobre todo tras el juicio por Tidiany, que fue un poco desastroso por varios motivos (no se llamó a declarar a importantes actores en la investigación) y por eso solo llegó a ser condenado a dos años y medio de cárcel por explotación laboral de los trabajadores que tenía empleados y por obstrucción a la justicia. Este último delito lo cometió al tratar de obligar a unos inquilinos suyos a que modificaran su declaración judicial inicial (a cambio de perdonarles la deuda que tenían con él) y que aseguraran que sí le habían visto uno de los días clave de la desaparición de Tidiany. Ginés no tenía coartada y, de hecho, la Guardia Civil solicitó en su día imágenes de la gente del pueblo que hubieran captado el día de la cabalgata de Reyes para ver si visionaban algo de interés.

La sentencia también le imponía el pago de una multa de 11.000 euros por tener marihuana en una de sus fincas y tener enganchada la luz en la vivienda donde vivían hacinados sus empleados.

Mudanza a Huelva

Las condiciones en las que vivían y trabajaban fueron los motivos por los que Ibrahima decidió dejar el trabajo en diciembre de 2020. Pero antes fue a pedirle a su patrón el dinero que le debía. Tenía pensado irse a recoger frutos rojos a la zona de invernaderos de Huelva y supuestamente en la estación de autobuses, con su maleta roja, le dejó su patrón. Pero el móvil no le sitúa allí.

Este «error» de Ginés unido a un rosario de indicios, han llevado al «patrón que hacía desaparecer a sus jornaleros», esta vez sí, a prisión sin fianza. Así lo decidió el pasado jueves el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Villacarrillo (Jaén). Porque en esta ocasión, los cuatro años de investigación de la UCO de la Guardia Civil, de la mano del instructor, sí han convencido a la juez de que Ginés es el responsable de la muerte del chico, cuyo cuerpo, igual que el de Tidiany, no ha llegado a ser localizado. El hecho de que el cadáver no pueda ser encontrado podría suponer desconocer la causa de la muerte del joven y, por tanto, complicaría una posible acusación por asesinato. Pero para eso aún queda mucho.

Agentes de la Guardia Civil trasladan del juzgado de Villacaririllo (Jaén) al empresario agrícola arrestado como principal sospechoso de la desaparición forzosa del jornalero senegalés Ibrahima Diouf.
Agentes de la Guardia Civil trasladan del juzgado de Villacaririllo (Jaén) al empresario agrícola arrestado como principal sospechoso de la desaparición forzosa del jornalero senegalés Ibrahima Diouf.Jose Manuel PedrosaAgencia EFE

Ginés de momento está preventivo y su abogado trabaja para desmontar las acusaciones y dejarle en libertad. Se agarra a que «sólo» son inidicios. Pero también sabe que no sería la primera condena por acumulación de indicios. Los agentes no sólo le habían encontrado munición de arma corta en uno de los registros realizados hace años en una nave; ahora localizaron un arma corta en la vivienda registrada a su madre, mientras que su mujer también fue detenida por tenencia ilícita de armas, aunque fue puesta en libertad poco después. Su marido no ha tenido la misma suerte. La pareja tiene hijos adolescentes que estos días han sufrido comentarios por los delitos presuntamente cometidos por su padre.

"Aquí el negro soy yo"

Unos comentarios que ya llevan tiempo circulando porque aunque ahora, con su ingreso en prisión, parece más evidente el tipo de persona que sería Ginés, en la zona ya era conocido por las declaraciones que hizo hace años, cuando se enfrentaba al juicio por la desaparición de Tidiany.

Entonces, dijo a «Interviú» que los «chavales» (en referencia a los temporeros que empleaba) le inspiraban «compasión», pero tampoco mucha porque soltó varios manidos argumentos racistas que dejaron a más de uno con la boca abierta: «En el fondo nadie les obliga a estar aquí y a ser nómadas o como quieran llamarlo, pero tienen dinero porque ellos no gastan y nosotros les damos hasta la ropa que llevan. Hay gente de los nuestros (sic) que lo está pasando mal y son incapaces de pedir un kilo de garbanzos pero esta gente se pone mil veces a la cola para pedir (...) Aquí el negro soy yo».

Documental en Málaga

La foto elegida por los allegados de Tidiany Coulibaly para difundir en su cartel de desaparición fue precisamente con unas orejeras que llevaba el día que se le perdió la pista.

Tidiany Coulibaly
Tidiany CoulibalySOS Desaparecidos

El complemento fue localizado por la Guardia Civil con ADN del propio Ginés Valiente. Estaban tiradas en la finca de La Moratilla, situada a las afueras de Villanueva del Arzobispo (Jaén) y gestionada por el empresario. Tidiany nunca había trabajado allí. Fue aquí donde el perro de la Guardia Civil también marcó un olivo tras oler el rastro del subsahariano. Y es que no solo el Servicio Cinológico buscó el cuerpo del chico, ahora con Ibrahima también se movilizó a los GEAS.

Este fin de semana se presenta en el Festival de Málaga un documental sobre el caso de los dos desaparecidos. Se llama «Jornaleros. El mal patrón».