Completamente ebria, intenta entrar en la cabina del avión para contarle "su vida" al piloto

Ha sucedido en un vuelo , operado por Ryanair, entre Madriid y Rabat. Media hora después de que el avión despegara, la mujer, de nacionalidad extranjera pero de origen marroquí, se levantó de su asiento y se negó a volver a él; pedía a las azafatas que le abrieran la cabina y sentarse cerca del capitán del avión para contarle sus problemas.

A pesar de los numerosos intentos de las azafatas, la mayoría españolas, para que la mujer permaneciera en su asiento, ella insistía en su petición a pesar de que el avión atravesó turbulencias que obligaron a todos los pasajeros a usar cinturones de seguridad y permanecer en sus asiento, informan medios digitales del país vecino.

La tensión subía de nivel, por lo que el piloto informó a los pasajeros del vuelo que tendría que aterrizar en el aeropuerto de Tánger para hacer frente a la mujer que se negaba a cumplir con las instrucciones de seguridad aérea, anuncio que repitió dos veces, lo que provocó que muchos pasajeros intentaran calmar a la mujer que, con la botella de vino ya a medio consumir, hablaba de forma caótica de sus problemas en francés e inglés.

La mujer siguió con lo suyo y, en un determinado momento, comenzó a llorar. Cuando el avión se acercaba al espacio aéreo marroquí, la mujer, aceptó sentarse mientras seguía con sus gritos y aseguraba que pertenecía a la familia de un famoso atleta en Marruecos. El avión aterrizó finalmente en Rabat-Salé, donde se denunció a la pasajera.

Para evitar males mayores, las autoridades del aeropuerto pidieron la ayuda de un funcionario del aeropuerto para calmar a la mujer y que bajara del avión, pero su intento fracasó. La Gendarmería Real se vio obligada a intervenir, procediendo a su detención.