Talento español
Begoña Vila, astrofísica en la NASA: «La información que llega al público es solo una parte de la que obtenemos»
Lleva la Marca España a los confines del Universo. Es la máxima responsable del telescopio James Webb, y una autoridad internacional en el estudio de las galaxias.
Begoña Vila (Vigo, 1963) eligió el rojo para recoger su galardón como embajadora honorífica de Marca España. La reina Letizia optó por el mismo color –y por un modelo muy parecido, pero en vestido– para entregar los galardones, lo que llevó a un simpático momento de sintonía entre ambas. Vila es la única española a la que la NASA ha reconocido por su trabajo excepcional en la exploración del Universo, y una autoridad internacional en el estudio de las galaxias espirales. Esta astrofísica ha roto todos los moldes y techos de cristal que pudieran existir, y es la responsable de manejar el Fine Guidance Sensor, el instrumento de guía que permite al telescopio espacial James Webbhacer, con precisión milimétrica, sus impresionantes fotografías del Universo.
¿Cómo es trabajar en la NASA?
Es apasionante, pero quizá no tanto como puede parecer desde fuera. Es un privilegio. Todos los días puedes aprender algo nuevo y coincidir con gente muy interesante. El trabajo «de oficina» es como en cualquier otro sitio: encerrarte en tu despacho y sacar adelante proyectos. Cuando trabajo con el James Webb es otra cosa distinta, porque hacemos pruebas en cámaras para replicar las condiciones del espacio, y allí sí que trabajamos en el centro de control, con las pantallas… tal y como sale en las películas (ríe). Pero, detrás de esto, hay muchos meses, semanas o días de trabajo «de oficina» puro y duro, de reuniones… A mí, sinceramente, me gusta igual pero, de cara a la galería, no es tan «wow».
¿Era su sueño desde pequeña? ¿Cómo le surgió la vocación?
De pequeña me gustaba mucho mirar el espacio; me fascinaba como cambiaban las constelaciones. Vivíamos a las afueras de Vigo, y allí las noche suelen ser muy oscuras, se ven muy bien las estrellas. No sé si es una broma o lo dice en serio pero mi madre cuenta me sacaba fuera para que comiera, porque yo me distraía mirando las estrellas. A medida que fui creciendo, mis asignaturas favoritas eran Física e Historia, pero yo, de aquellas, desconocía que existiera como tal la carrera de Astrofísica. Eso lo supe después. Yo busqué lo que me gustaba, y lo seguí. El camino no fue recto, tuvo sus carreteras estrechas y con curvas –que son necesarias para forjar el carácter y tolerar la frustración– pero solo tienes que seguir adelante, un día tras otro. También es importante no desanimarse. Si algo no sale como lo esperabas, a veces solo hay que tener paciencia, y no abandonar.
Desde que se puso en funcionamiento el James Webb, casi cada día hemos podido ver imágenes nunca vistas del Universo. ¿Qué es lo que le encantaría ver a Begoña Vila que no haya visto?
A mí , personalmente, me apasiona tener información sobre cuántos de los planetas o exoplanetas tienen unas condiciones compatibles con la vida, como la Tierra. ¿Son 2, 5, 20? ¿o ninguno? Llevamos menos de un año y ya se han visto cosas impresionantes. Hemos visto las galaxias más lejanas, el primer exoplaneta (planetas que orbitan alrededor de otras estrellas) –que sabemos que no es habitable porque el Webb puede ver la atmósfera–. También la primera supernova (lugar de formación de estrellas). A mí, todo esto me fascina. Con los nueve meses que llevamos, ya estamos obteniendo nuevos datos y valores que matizan lo que dábamos por correcto en la formación de las galaxias. Y eso que acabamos de empezar, y que la información que llega al público es solo una parte, ya que hay otra que no se comparte. Hay grupos científicos e instituciones cuyos proyectos fueron elegidos y que tienen datos más exhaustivos por un tiempo, para analizarlos.
¿Cuál ha sido se implicación en el proyecto del Webb?
Llevo casi 17 años en este proyecto, y lo que me queda. Yo manejo el instrumento de guía del telescopio en sí. Para que me entiendan, me ocupo de que no se muevan las fotos (ríe). Aunque, ahora que está funcionando y va todo muy bien, lo más importante es el trabajo de los científicos que analizan los datos. Nosotros nos enganchamos una estrella y mantenemos la posición de esa estrella de manera muy precisa (16 veces por segundo damos la información de donde está). Así, si el telescopio se mueve lo más mínimo, lo podemos corregir. Esta parte es fundamental porque es lo que permite que se observen las imágenes y los espectros. Cada imagen tiene todo este trabajo detrás.
¿Qué supone para usted haber sido nombrada Embajadora Honorífica de Marca España?
Es muy especial. Los que vivimos fuera de España experimentamos estos reconocimientos como algo muy emocionante. A mí me llena el corazón. Fue un día muy feliz cuando me enteré de que me habían elegido.
Como miembro de la Asocición de Científicos Españoles en Estados Unidos, ¿cómo se valora la presencia del talento español allí?
Hay presencia, sí. En el campo de la Medicina y de la Biología somos muy fuertes. En otros, como en el mío, los que han decidido trabajar fuera ocupan posiciones importantes. España como país se ve de un modo muy positivo en EE UU, como un país cálido, acogedor, y eso es muy bonito. Es importante que sigamos promoviendo esta imagen de desarrollo, innovación y talento, para que se una a la que ya tenemos de país ideal para ir de vacaciones. No son excluyentes, son complementarias.
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