Las reacciones
Primeras palabras de Francisco tras la muerte de Ratzinger: “Solo Dios conoce sus sacrificios por la Iglesia”
El Papa argentino elogia a su predecesor “tan noble y bondadoso” durante la celebración del ‘Te Deum’ de fin de año en la basílica de San Pedro
Fin de año en el Vaticano empañado por el fallecimiento de Benedicto XVI en la mañana del 31 de diciembre. Al redoble de las campanas de la basílica de San Pedro a lo largo de todo el día, le siguió la celebración de las primeras vísperas de la solemnidad de María Santísima Madre de Dios y el ‘Te Deum’ de acción de gracias por el 2022 que se desvanece.
Fue en el marco de esta ceremonia en el que se pudieron escuchar las primeras palabras del Papa Francisco sobre Joseph Ratzinger, cuando apenas se habían cumplido ocho horas de su muerte en el monasterio Mater Ecclesiae, donde se le vela en la intimidad hasta que se abra la capilla ardiente pública el próximo lunes a las nueve de la mañana en el principal templo católico del planeta.
“Nuestro pensamiento se dirige espontáneamente al queridísimo Papa emérito Benedicto XVI, que nos dejó esta mañana”, comenzó diciendo Francisco, que expuso cómo “con emoción recordamos su persona tan noble, tan bondadosa”. A renglón seguido, el actual sucesor de Pedro reconoció, amén de la tristeza por la pérdida, que “sentimos tanta gratitud en el corazón: gratitud a Dios por haberlo dado a la Iglesia y al mundo; gratitud a él, por todo el bien que ha hecho, y sobre todo por su testimonio de fe y oración, especialmente en estos últimos años de su vida retirada”. Además, Francisco enfatizó durante la homilía cómo “sólo Dios conoce el valor y la fuerza de su intercesión, de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia”.
Junto a esta reflexión sobre el pontífice alemán, Francisco también hizo un llamamiento a “tejer una humanidad nueva, libre, reconciliada”. A partir de ahí defendió la bondad como “un factor importante en la cultura del diálogo, y el diálogo es indispensable para vivir en paz, como hermanos y hermanas que no siempre se llevan bien -es normal- pero que, sin embargo, se hablan, se escuchan y tratan de entender y llegar a la reunión”.
Tras esta primera referencia a quien le precediera en el timón de la Iglesia, se espera que mañana, durante la eucaristía de Año Nuevo, Francisco vuelva a elogiar la figura del pontífice alemán que hoy moría a los 95 años en torno a las nueve y media de la mañana.
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