Alcoholemia
Estos son los países europeos con mayor tasa de mortalidad debido al consumo de alcohol
Europa es la región con mayor consumo de alcohol por habitante, aunque no todos los países que lo integran consumen este tipo de bebidas de igual manera.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, Europa es la región con mayor consumo de alcohol por habitante. Algo preocupante, sobre todo si tenemos en cuenta que el nivel de consumo no ha cambiado desde 2010. Si bien hay alguna mejora en la mortalidad y los daños atribuibles al alcohol, la enfermedad y mortalidad todavía se encuentra en un nivel alto, y la disminución de las muertes de 301.000 en 2010 a 291.000 en 2016 no puede ser visto como un verdadero éxito. Esta cifra significa que más de cada 19 muertes en estos países fueron causadas por el alcohol, lo que significa que podrían haberse evitado. Pero, ¿qué países europeos tiene mayores tasas de fallecidos por alcohol?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta según el estudio es que, por sus diferentes niveles y patrones de consumo, los hombres tienen un mayor número de muertes atribuibles al alcohol (215.800) que las mujeres (75.300). Y aunque la relación de muertes entre hombres y mujeres fue de aproximadamente 3:1, una vez que los datos fueron estandarizados por edad, la relación fue aún más alta, 4:1. Aunque el número de víctimas mortales atribuibles al alcohol fue considerable en 2016, había disminuido en un 8% según los datos de 2010.
El mapa
Observando el mapa podemos determinar que cuanto más al norte y al este del continente más elevada es la tasa de mortalidad. En Rusia la tasa supera las 27,5 muertes por cada 100.000 habitantes; en Estonia 21,37; en Ucrania 20,8; en Bielorrusia 18; y en Polonia 9,09.
Por otro lado, en Dinamarca (8,52), Finlandia (6,98), Alemania (4,63) o Noruega (3,3), la tasa de mortalidad es muy superior a la de España (0,61), Italia (0,39) o Portugal (1,64). La excepción en este lado de Europa es Francia que, estando al este del continente, marca un 3,7.
Factores a tener en cuenta
En el extremo opuesto, no es de extrañar que nos encontremos con países como Turquía, un país con una gran parte de la población musulmana, que apenas registra un consumo medio de un tercio de litro por habitante al año. El islam prohíbe el consumo de alcohol y, por tanto, los países con mayor calado de esta religión presentan tasas de consumo más bajas.
Además de la religión, hay otro factor que está muy ligado a la ingesta de alcohol: la meteorología. Así, los países con un clima frío y poco sol son más propensos a consumir mayores cantidades de alcohol. Esta sustancia es un vasodilatador, es decir, ensancha los vasos sanguíneos y estimula el flujo de sangre, lo que contribuye a aumentar la temperatura corporal. Asimismo, en lugares expuestos a pocas horas de luz diarias suele ser más frecuente la depresión, una enfermedad durante la cual la ingesta de alcohol aumenta.
Para mantener las reducciones en los daños sociales y para la salud atribuibles al alcohol, los países de la Unión Europea deben acelerar la implementación de políticas de alcohol para disminuir los niveles de consumo nocivo. Esto significa que medidas como una mejor regulación y control de la comercialización, menor disponibilidad y accesibilidad a las bebidas alcohólicas, el uso de impuestos para reducir su asequibilidad, la implementación de controles y las intervenciones en atención primaria deben fortalecerse aún más.
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