Cáncer de piel
¿Por qué es peor quemarse tres veces de niño que de adulto?
Los expertos piden extremar las precauciones ante el aumento de cáncer de piel entre los 20 y los 40 años
Una de cada dos personas en España padecerá cáncer de piel. En la lucha contra este tumor, la prevención es la principal arma, ya que la piel tiene memoria. Y uno de los riesgos para desarrollar este cáncer –ya sea melanoma, que es cuando un lunar degenera, o no melanoma: carcinoma basocelular y espinocelular– es el número de quemaduras solares.
Un niño que ha tenido más de tres quemaduras a lo largo de su infancia tiene 10 veces más riesgo de padecer cáncer de piel. De hecho, «se estima que la radiación UV recibida en la infancia puede ser la responsable de hasta el 80% de los cánceres cutáneos de la edad adulta», explica el Dr. Luis Ortega Berbel, dermatólogo del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, en Sevilla.
Por eso «hay que evitar que los niños se quemen con el sol, ya que la quemadura solar esporádica antes de los 18 años incrementa el riesgo de tener un melanoma. Este riesgo es mayor cuanto menor es la edad del paciente. Antes de los dos años, en general, hay que ser sumamente prudente y evitar la exposición solar directa», hace hincapié la doctora Isabel Aldanondo Fernández de la Mora, jefa de Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud San José, en Madrid.
Por eso, la principal medida es sin duda limitar todo lo posible el tiempo de exposición al sol en las horas de mayor intensidad, «que en verano en España es en la franja de 11 a 17:00 horas», recuerda el doctor Ortega.
Sobre todo en el caso de las personas «que no se broncean, solo se queman, que tengan ojos claros, pecas, personas con muchos lunares, pelirrojos y personas con antecedentes de melanoma o de cáncer de páncreas en la familia», incide la doctora Aldanondo.
También es importante no solo poner crema protectora solar, sino reponerla cada dos horas o después de cada baño.
En cuanto a qué hay que mirar cuando se compra una crema protectora solar, «que cumpla la normativa europea», incide la doctora Aldanondo.
Además, debe tener como mínimo un factor de protección solar 30 (SPF30), que sea de amplio espectro para que nos proteja contra los rayos UVA y UVB, que tenga estabilidad del producto y resistencia al agua –si contiene este ítem en la etiqueta es que ha demostrado, según Ortega, una protección mantenida durante dos baños de 20 minutos cada uno– y que sea no comedogénico (que no favorezca la aparición de pequeños granitos), «término que no hay que confundir con oilfree», precisa la doctora Aldanondo.
Y, en el caso de los pequeños, cuando vamos a elegir un fotoprotector, «debemos tener en cuenta que en menores de seis meses no se recomienda ni la exposición solar directa ni el uso de filtros solares, por lo que la mejor opción es protegerlos con ropa y evitar la exposición en las horas centrales del día. Entre los seis meses y los tres años se recomienda usar fotoprotectores con filtros físicos, ya que a estas edades la piel es aún muy inmadura y hay un alto grado de absorción de algunas moléculas que componen los filtros químicos. A partir de los tres años sí pueden usarse», afirma Ortega.
Todos estos consejos son cruciales en la lucha contra el cáncer de piel, un tumor que puede diagnosticarse a cualquier edad, «pero que es especialmente común en personas mayores de 50 años. Sin embargo, en los últimos años estamos viendo tumores como el carcinoma basocelular en jóvenes de 20 a 40 años», dice el doctor.
Y el problema es que una de las principales causas del retraso diagnóstico de algunos cánceres de piel, como el melanoma, es la ausencia de síntomas. Es decir, son lesiones indoloras que van creciendo y cambiando de manera progresiva sin que el paciente se percate de ello.
Por eso resulta esencial, como inciden los doctores seguir la regla Abcde para el diagnóstico precoz de lesiones melanocíticas. Otros hallazgos que deberían alarmarnos y hacer que consultemos es la aparición de una herida que no acaba de curar, el crecimiento en vertical de una lesión que era plana o el sangrado espontáneo de la misma.
¿Qué tratamientos hay?
►La cirugía de Mohs es la técnica quirúrgica más efectiva frente al cáncer de piel más frecuente. Elimina el tumor capa por capa, logrando óptimos resultados oncológicos y estéticos.
Aunque la cirugía es el tratamiento de elección en la mayoría de casos, hay otras técnicas que pueden dar también muy buenos resultados.
Así, tal y como explica el doctor Ortega, existen «tratamientos tópicos para cánceres superficiales y de bajo riesgo; terapia fotodinámica, que se basa en el uso de un agente fotosensibilizante seguido de exposición a luz de alta intensidad o bien luz ultravioleta del exterior para destruir células cancerosas; radioterapia para cánceres de piel que no pueden ser tratados quirúrgicamente o en pacientes que no son aptos para cirugía, e inmunoterapia y terapias dirigidas».
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