Urología
La incontinencia urinaria también es cosa de hombres
Los varones, al igual que las mujeres, han de hacer ejercicios para fortalecer el suelo pélvico
La incontinencia urinaria se suele asociar siempre a las mujeres. Sin embargo, también afecta a los hombres y es más común a medida que la edad avanza. «La prevalencia aumenta significativamente después de los 45 años, y es más común en hombres mayores de 70», afirma la doctora Carmen González Enguita, jefa de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, en Madrid.
«Puede ser causada por varios factores. Así, cirugías como la prostatectomía (extirpación de la próstata) pueden dañar los elementos neurovasculares que controlan la dinámica de la micción o tener problemas con el esfínter urinario», es decir, con las partes del cuerpo que permiten al paciente contener la orina, explica la doctora González Enguita tras la celebración del Congreso anual de la Sociedad Internacional de Continencia (ICS, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar recientemente en la capital.
A estos problemas de próstata hay que añadir enfermedades como la «diabetes, que puede dañar los nervios que controlan la vejiga, y las enfermedades neurológicas, porque tener condiciones como el Parkinson, sufrir accidentes cerebrovasculares y esclerosis múltiple pueden afectar al control de la vejiga», detalla.
Los ejercicios que se recomiendan para el control de la continencia en los hombres son, como precisa la especialista, «ejercicios específicos para fortalecer los músculos del suelo pélvico y para mejorar el control de la micción. Precisan, por tanto, de una educación y un entrenamiento en las Unidades de Rehabilitación del suelo pélvico».
Fortalecer los músculos
La doctora González Enguita destaca los ejercicios de Kegel. Ahora bien, para ejercitar los músculos correctos «hay que saber identificar los que intervienen y ser conscientes de cómo se está orinando, ya que con seguridad precisarán de re-educación vesical. También hay que aprender a contraer y relajar los músculos del suelo pélvico en periodos cortos de tiempo y repetidos».
Otros ejercicios a realizar son «los abdominales hipopresivos, que consisten en aprender a contraer la musculatura abdominal y practicar pilates o yoga», recomienda la jefa de Urología.
Todos estos ejercicios, según esta especialista, pueden ayudar a mejorar el control de la vejiga y reducir la incontinencia urinaria. Además, como indica la doctora, «es importante realizarlos de manera constante y, si es posible, bajo la supervisión de un médico rehabilitador y un fisioterapeuta especializado».
Si después de la rehabilitación inicial no se ha recuperado el control de las pérdidas es posible que sea necesario continuar con un programa avanzado de rehabilitación. Es decir, no abandonar la rehabilitación del suelo pélvico con sus diferentes técnicas y entrenamientos ofrece posibilidades de mejora siempre», incide la uróloga. De hecho, «puede ser efectiva incluso si se realiza nuevamente después de un tiempo», asegura.
También es importante para prevenir las pérdidas urinarias, realizar cambios o mejoras en el estilo de vida, como «evitar alimentos y bebidas que irriten la vejiga, como las comidas muy especiadas o picantes, así como sustancias estimulantes como la cafeína y el alcohol.
A su vez, es recomendable tener «un control adecuado de la ingesta de líquidos y evitar el sobrepeso, ya que mantener un peso saludable reduce la presión sobre la vejiga».
Además, ayuda realizar micciones pautadas, que consiste, según explica la doctora, en «establecer horarios regulares para ir al baño. Esta medida puede ayudar a entrenar la vejiga al crear rutinas de miccionales.
También es importante «identificar otras enfermedades que puedan estar favoreciendo la incontinencia urinaria, como las cardiopatías, los problemas respiratorios, circulatorios, la diabetes y otros problemas metabólicos, o diversos problemas de próstata», precisa la uróloga.
Si a pesar de todas estas medidas el paciente varón sigue sufriendo pérdidas, existen diferentes alternativas terapéuticas que dependerán del tipo de incontinencia urinaria (de esfuerzo, de urgencia, mixta, rebosamiento, etcétera) y de la gravedad del problema en sí.
En todo caso hay desde los tratamientos conductuales antes descritos como los ejercicios de Kegel hasta tratamientos farmacológicos, como «los medicamentos anticolinérgicos, B3 adrenérgicos, etc. que reducen las contracción involuntarias de la vejiga que desencadenan la urgencia miccional con o sin pérdida de orina», afirma la jefa de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
Respecto a las terapias de rehabilitación, la uróloga destaca «el ‘‘biofeedback’’, una técnica que mejora el control de los músculos del suelo pélvico, la estimulación eléctrica y los procedimientos de neuroestimulación vesical».
¿A qué edad se dan las pérdidas?
La incontinencia urinaria puede afectar a personas de todas las edades, pero su prevalencia aumenta con la edad, especialmente en mayores de 65 años.
En el caso de las mujeres, estas son más propensas a experimentar incontinencia, especialmente después del embarazo, el parto y la menopausia.
En cambio, en el caso de los hombres después de los 45 y sobre todo a partir de los 70 años.
En cuanto a personas con condiciones médicas específicas, la edad no importa tanto. Es decir, puedes presentar incontinencia urinaria a cualquier edad si tienes enfermedades neurológicas, diabetes o problemas de próstata.