Salud
El hábito que acorta tus días y tu juventud: no solo mata, envejece
Un estudio demuestra que los cigarrillos acortan los telómeros, cuya longitud se ha asociado a muchas enfermedades, como las cardiovasculares, la demencia o la diabetes
Lo hacen cuatro de cada diez españoles. El conteo del gobierno en la encuesta sobre alcohol y drogas en España detectó que forman nada menos que el 32,3% de la población entre los 15 y los 64 años, una cifra similar a la que había en 2009, antes de la primera ley antitabaco. Su cifra se sitúa entre los 8 y los 10 millones y medio de personas, dependiendo de el informe que se cite. Son fumadores.
En España, conocemos bien el hábito de fumar. Un 44% de las personas en nuestro país se declaran ex fumadoras, según datos de la encuesta Europea de Salud. Las consecuencias de fumar las conocemos bien: ronquitis crónica, enfisema pulmonar, cáncer de pulmón, hipertensión arterial, infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, problemas de estómago, etcétera, etcétera. Pero, además, nos envejece por dentro y por fuera.
Un estudio realizado con casi 500.000 personas ha demostrado que fumar envejece a nivel genético. En concreto, acorta los fragmentos finales de los cromosomas de los glóbulos blancos de nuestro sistema inmunitario. El hallazgo es relevante: la longitud de estos fragmentos, llamados telómeros, es un indicador de la rapidez con que envejecemos y de la capacidad de nuestras células para repararse y regenerarse.
"Nuestro estudio demuestra que el hábito de fumar y la longitud de los telómeros son factores que influyen en el envejecimiento", resumió la doctora Siyu Dai, profesora adjunta de la Facultad de Medicina Clínica de la Universidad Normal de Hangzhou (Zhejiang, China) e investigadora postdoctoral honoraria del Departamento de Pediatría de la Universidad China de Hong Kong.
Asimismo, "demuestra que la cantidad de cigarrillos que se fuman pueden provocar el acortamiento de la longitud de los telómeros de los leucocitos, que es un indicador de la autorreparación, regeneración y envejecimiento de los tejidos. En otras palabras, fumar puede acelerar el proceso de envejecimiento. Dejar de fumar puede disminuir considerablemente el riesgo asociado", añadió en su presentación, realizada en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea, celebrado en Milán, Italia.
Pero ¿qué son los telómeros? A grandes rasgos, se trata de una estructura similar a las fundas de plástico que se encuentran al final de los cordones de los zapatos y que impiden que éstos se deshilachen. En términos científicos, son longitudes de secuencias repetitivas de ADN que protegen los extremos de los cromosomas.
Cada vez que una célula se divide, los telómeros se acortan ligeramente, hasta llegar a ser tan cortos que la célula ya no puede dividirse con éxito y muere. Esto forma parte del proceso de envejecimiento. La longitud de los telómeros en los glóbulos blancos (llamados leucocitos) ya se había relacionado con el tabaquismo, pero hasta ahora apenas se había investigado si el hábito y la cantidad de cigarrillos fumados causaban realmente un acortamiento.
Para averiguarlo, doctora Dai y su colega el doctor Feng Chen, de la Universidad China de Hong Kong, analizaron los datos del Biobanco del Reino Unido, que contiene información genética y sanitaria de medio millón de participantes. Utilizaron cifras de 472.174 participantes.
"Descubrimos que el estado de fumador actual se asociaba de forma estadísticamente significativa con una menor longitud de los telómeros leucocitarios, mientras que los fumadores anteriores y las personas que nunca habían fumado no mostraban una longitud de los telómeros leucocitarios significativamente menor", apunta Dai.
"Entre las personas que solían fumar, se observó una tendencia hacia una menor longitud de los telómeros, pero no fue estadísticamente significativa. Las personas que fumaban un mayor número de cigarrillos presentaban una longitud significativamente más corta. En resumen, fumar puede causar el acortamiento de la longitud de los telómeros leucocitarios, y cuantos más cigarrillos se fuman, más fuerte es el efecto de acortamiento", explica la doctora.
Telómeros cortos, asociados a demencia o ictus
"En los últimos años, estudios observacionales han relacionado el acortamiento de la longitud de los telómeros leucocitarios con muchas enfermedades, como las cardiovasculares, la diabetes y la pérdida de masa muscular", indica la experta. Inclusive, en los últimos días un nuevo estudio ha relacionado los telómeros cortos con un mayor riesgo de demencia.
"Esto significa que el efecto del tabaco sobre la longitud de los telómeros probablemente desempeña un papel fundamental en estas enfermedades, aunque se necesita más investigación para comprender los mecanismos subyacentes", añade. Te puede interesar: Científicos españoles descubren un ingrediente oculto en el café que alarga la vida
"Nuestro estudio se suma a las pruebas de que fumar causa envejecimiento. Dado que dejar de fumar tiene claros beneficios para la salud, es hora de incluir el apoyo para dejar de fumar, así como el tratamiento, en la gestión clínica diaria para ayudarnos a crear un entorno libre de humo para la próxima generación", destaca.
Los doctores Dai y Chen seguirán investigando para validar los resultados actuales. También están interesados en explorar más a fondo si los fumadores pasivos por exposición al humo del cigarro también experimentan problemas de autorreparación, regeneración y envejecimiento de los tejidos. Especialmente, en cómo podría afectar a los niños.