El fraude sin aval médico de la Ley Trans para acceder a importantes beneficios

Ha trascendido el escándalo que supone la aplicación de la Ley Trans, tal y como fue aprobada por el Gobierno, sin necesidad de acreditar informe médico ni ningún otro requisito más que la simple voluntad de declararse hombre o mujer. Es llamativo el caso de Ceuta, donde un total de 38 militares o policías se han registrado como mujer, en lo que se presume podría ser un fraude de ley en algún caso. Y todo porque, como alguno de los afectados dice, manifestarse mujer hace que militares y policías puedan acceder a beneficios importantes, como el hecho de poder disponer de habitación propia, dejarse el pelo largo, mayores facilidades para ascender, mejor perspectiva jubilación, etc.

Cuando se aprobó la ley hubo quien alertó y dijo que esta situación se podría producir. Desde instancias oficiales se planteó que, de haber algún caso, sería marginal. La realidad es que no es así, y estamos asistiendo a más de una situación sospechosa, pues hombres que son hombres y lo quieren seguir siendo, se declaran “mujer lesbiana” en el registro sólo con la idea de lograr algún beneficio que la legislación permite a las mujeres, pues siguen viviendo con su pareja femenina, con el mismo nombre masculino de siempre. Como dicen sentirse mujer, nadie puede objetar nada bajo amenaza de transfobia.

Al menos antes había que acreditar tratamiento médico, psicológico y años acreditados de transición. Ahora no.

Un estudio de la American Urological Association concluyó, por otra parte, que la tasa de intentos de suicidio entre mujeres transgénero que recibieron una vaginoplastia fue dos veces mayor durante el periodo posterior a la cirugía, lo que destruye la narrativa según la cual los niños se suicidarán si no se les permite transitar. Más bien parece lo contrario.