Para España la celebración del Orgullo es importante. Es una celebración de ciudadanía, libertad y democracia. España quiere ser casa de la diversidad y la igualdad, del respeto y la defensa de los derechos humanos, del amor y las familias y de los derechos civiles y libertades públicas.

España es pionera en la conquista de los derechos LGTBI+. En 2005 aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, y en 2007, la Ley de Transexualidad. Después, siguió profundizando en estos derechos con la Ley Integral por la igualdad de trato y la no discriminación y Ley para la igualdad de las personas trans y la garantía de los derechos LGTBI. La conquista de los derechos para las personas LGTBIQ+ es parte de la historia de España y parte fundamental de nuestra democracia.

Somos un orgullo de país que en solo una generación ha pasado de tener una Ley de Vagos y Maleantes a ser referentes y motor de cambio a nivel internacional en la garantía de los derechos de las personas LGTBI y a ser uno de los países del planeta más seguros y que mejor acogen a la comunidad.

España se presenta ante el mundo no solo como un país pionero en el reconocimiento de los derechos del colectivo LGTBI+, sino como un país que hace de la defensa de estos derechos un elemento esencial de su acción exterior, con nuestra política exterior feminista.

Por último, quiero hacer una pequeña reflexión sobre la obligación ética de combatir y desterrar, dentro y fuera de nuestras fronteras, los discursos discriminatorios y de odio esgrimidos por parte de los intolerantes y a los antiderechos, esos que hablan de «ideología de género» y que buscan retrocesos. Una denuncia necesaria mientras las personas del colectivo LGTBI+ vean violados sus derechos humanos, sufran discriminación y violencia.

Carmen Montón es embajadora Observadora Permanente de España ante la OEA y la OPS. Ex ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar social