Olvídate de hacer cardio: este es el método correcto si quieres perder grasa, según Harvard

Quemar grasa y perder peso es quizás la obsesión de la mayoría de las personas que se apuntan al gimnasio o deciden hacer algún deporte. Por eso, son varias horas las que pasan haciendo ejercicio cardiovascular, ya sea bicicleta elíptica o la máquina de correr, así como salir a trotar al aire libre por el parque o campo. Sin embargo, aunque eso puede ayudar a bajar de peso, lo cierto es que están cometiendo un error, y quitar esas capas de grasa de más solo sería posible con un método totalmente diferente.

Y es que en la mayoría de las ocasiones, el cardio es una doble vara de medir. Conseguimos perder peso, sí, pero no precisamente por que eliminar grasa, sino porque nuestra masa muscular se está deteriorando y perdiendo. La obsesión nos hace pensar que lo importante es que la cifra de la báscula sea menor, pero no obstante, dos personas con el mismo peso pueden lucir de forma diferente, y esto se debe al porcentaje de músculo que posee.

Los estudios certifican que las pesas son mejores para ganar músculo porque permiten aplicar de manera efectiva el principio de sobrecarga progresiva, así como la tensión mecánica con la que activamos más fibras musculares y controlamos la intensidad del estímulo, provocando la hipertrofia muscular.

Las pesas permiten trabajar con altas intensidades y activar más fibras musculares, incluidas las fibras de contracción rápida, que son las responsables del aumento de tamaño y fuerza muscular. Asimismo, podemos variar el peso, el número de repeticiones y series o el rango de movimiento y los descansos, de tal manera que equilibremos la tensión mecánica y el estrés metabólico, los dos factores principales de la hipertrofia.

Por qué el entrenamiento de fuerza es más eficiente para perder grasa que hacer cardio

Un experimento de Harvard, realizado a lo largo de doce años, revela lo útiles que son las pesas para perder grasa. Los autores del estudio analizaron la evolución de 10.500 hombres, y descubrieron que las cinturas de los participantes crecieron un promedio de 6,6 centímetros durante el periodo del estudio, pero ese aumento se redujo a la mitad gracias al entrenamiento con pesas. Asimismo, los voluntarios afirmaron que si aquellos que no hacían pesas hubieran cambiado treinta minutos de su entrenamiento cardiovascular por ejercicios de resistencia, habrían reducido más el perímetro de su cintura.

Las dietas extremas con un déficit calórico excesivo o la pérdida rápida de peso pueden conducir a una pérdida de músculo en lugar de grasa, lo que resulta en una apariencia "fofa", debido a que aunque el porcentaje de grasa pueda ser bajo, el de músculo es todavía más bajo. La explicación del estudio se encuentra en el efecto que el músculo tiene en la tasa metabólica basal (TMB), pues cada kilo de músculo quema muchas más calorías en reposo que un kilo de grasa.

Por ello, el método consiste en fortalecer nuestros músculos, y por ende, el entrenamiento de fuerza es la "receta mágica" para conseguir lucir mejor y perder grasa sin necesidad de bajar de peso más de la cuenta. Asimismo, el ejercicio cardiovascular debe estar en un segundo plano, ejercerse de forma moderada y priorizando el levantamiento de pesas.