Un estudio reciente ha arrojado nueva luz sobre los efectos del consumo regular de pistachos, un fruto seco ampliamente reconocido por sus propiedades nutritivas y beneficios para la salud. A pesar de sus reconocidos aportes nutricionales, el estudio revela que el consumo de pistachos puede tener implicancias negativas para la salud de nuestros riñones, especialmente en aquellos individuos que padecen enfermedad renal crónica.

¿Qué es la enfermedad renal crónica?

Los riñones forman parte del aparato urinario y su función es filtrar la sangre continuamente. Con este proceso, el organismo es capaz de eliminar el exceso de agua y los residuos que el cuerpo ya no necesita a través de la orina. No obstante, los riñones también tienen otras funciones esenciales para el perfecto funcionamiento de nuestro organismo, como ayudar a regular el pH sanguíneo, mantener el equilibrio de sales y minerales, y producir las hormonas que participan en el control de la tensión arterial, la producción de glóbulos rojos y la salud de los huesos.

Una de las mayores preocupaciones para la salud pública y que afecta a los riñones es la conocida como enfermedad renal crónica o ERC. Esta condición está tan extendida que afecta a unos 700 millones de personas en todo el mundo. Con la enfermedad renal crónica, esta función de filtración se va deteriorando lentamente durante meses o años y puede llegar a un punto en el que los riñones ya no pueden eliminar suficientes desechos y exceso de líquido del cuerpo. Esto puede provocar una acumulación de estas sustancias en el organismo y, en los casos más graves, puede llevar a una insuficiencia renal que puede ser mortal.

A menudo, la ERC es calificada como la "epidemia silenciosa", ya que sus síntomas pueden no ser fácilmente reconocibles en las etapas iniciales y puede haber una alta tasa de infradiagnóstico. Los síntomas pueden incluir pérdida de apetito, cansancio, náuseas, vómitos o picores en la piel. Además, en los casos avanzados de la enfermedad, pueden aparecer otras complicaciones como hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, aumento de potasio y fósforo, anemia, problemas óseos y enfermedades cardiovasculares.

Existen varios factores que pueden contribuir al desarrollo de la ERC, incluyendo la diabetes, la obesidad, la hipertensión arterial, el consumo de tabaco, y ciertos trastornos autoinmunes y genéticos. También, ciertos medicamentos y sustancias pueden dañar los riñones. El tratamiento de la ERC se centra en ralentizar la progresión de la enfermedad y aliviar los síntomas. Esto puede implicar cambios en el estilo de vida y medicamentos para controlar la hipertensión arterial y los niveles de colesterol.

¿Por qué debemos evitar el pistacho si tenemos ERC?

Para mantener la salud de nuestros riñones, es crucial seguir un estilo de vida saludable. Esto implica mantener una hidratación adecuada, limitar la ingesta de sal, consumir una dieta equilibrada con frutas, verduras, granos enteros y lácteos desnatados, controlar el consumo de alcohol y evitar el tabaquismo. Asimismo, la actividad física regular contribuye a la eliminación de toxinas a través del sudor. Sin embargo, existe un alimento que conviene evitar: los pistachos.

Los pistachos, aunque nutritivos, pueden afectar negativamente a los riñones, sobre todo si ya se tiene algún problema renal. Según el estudio 'La alimentación en la enfermedad renal crónica', realizado por la Escuela de Pacientes de La Rioja, los afectados por la enfermedad renal crónica deberían limitar el consumo de pistachos.

Los pistachos son una fuente rica de potasio y fósforo, dos minerales esenciales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Sin embargo, en caso de enfermedad renal, los riñones pueden tener dificultades para filtrar y eliminar estos minerales del cuerpo de manera eficiente.

El potasio es un mineral que juega un papel clave en la función muscular, incluyendo los músculos del corazón, y en el equilibrio de los fluidos en el cuerpo. Cuando los niveles de potasio en la sangre son demasiado altos, una condición conocida como hiperpotasemia, puede llevar a problemas como fatiga, debilidad, ritmo cardíaco irregular y, en casos graves, paro cardíaco.

El fósforo, por otro lado, es necesario para la formación de huesos y dientes, y también participa en el almacenamiento y uso de la energía. Sin embargo, los niveles altos de fósforo pueden llevar a la calcificación de los tejidos en el cuerpo, incluyendo los vasos sanguíneos, los pulmones, los ojos y el corazón. Por lo tanto, en caso de enfermedad renal, es importante limitar la ingesta de alimentos ricos en potasio y fósforo, como los pistachos, para prevenir complicaciones.

Aunque estas recomendaciones son particularmente importantes para las personas con problemas renales, también son relevantes para quienes tienen riñones sanos. En general, el consumo de pistachos no debería causar problemas si se hace con moderación. Para personalizar la dieta y aprovechar al máximo los beneficios de los pistachos, se recomienda consultar a un profesional de la salud o de la nutrición.