Remedios caseros
Este es el motivo por el que muchas personas ponen unas hojas de laurel bajo de su almohada
El laurel es una planta muy versátil y nos puede ayudar en muchas situaciones más o menos cotidianas
El laurel es una planta perenne que podemos encontrar naturalemnte en todos los países mediterráneos. Y es uno de los sabores más presentes en la gastronomía española. Se utiliza para aromatizar salsas, guisos, sopas y otro tipo de recetas. Y cuando lo usamos, siempre consigue adquirir un papel protagónico. Sin embargo, lo que rara vez se suele decir es que no sólo es delicioso, sino que también es uno de los productos que más nos pueden ayudar a la hora de cuidar de nuestra salud. Y aunque se ha utilizado durante siglos como remedio natural para infinidad de dolencias, la ciencia moderna sólo está empezando a comprender todas las propiedades beneficiosas del laurel.
Los muchos usos del laurel
Lo primero que destaca cuando estamos en presencia de una hoja de laurel es el fantástico aroma que desprende. El fuerte y agradable aroma del laurel puede utilizarse para desahuciar los malos olores de cualquier espacio, sobre todo el de la nevera; que contienen olores especialmente poderosos, porque proceden de alimentos en mal estado que han estado ahí durante bastante tiempo. Incluso cuando tomamos todas las precauciones y somos cuidadosos podemos tener un descuido y tener que sufrir estos malos olores durante semanas. En esta situación, solo tenemos que dejar un poco de bicarbonato y laurel en el frigorífico durante unos días para solucionarlo.
Ya hemos hablado de cómo podemos incluir un par de estas hojas en nuestras recetas, de forma que el olor y el sabor del laurel impriman su sello en nuestra comida. Al hacer esto, también nos estaremos beneficiando de muchas de sus propiedades, como su efecto digestivo. Las hojas de esta planta contienen una serie de compuestos que ayudan a estimular la secreción gástrica, lo que mejora la digestión y evita la acidez y los gases.
El eugenol -abundante en las hojas de laurel- también ayuda a desempeñar las funciones antioxidantes, previniendo así un envejecimiento prematuro y una serie de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. El laurel también refuerza el sistema inmunológico, ayuda a desinflamar el organismo y, según varias investigaciones, el laurel puede ayudarnos a luchar contra la diabetes tipo 2, porque puede reducir eficientemente los niveles de glucosa de nuestro organismo.
El laurel también puede ser de mucha ayuda cuando tenemos un resfriado. En esta situación, podemos prepararnos una infusión con sus hojas, colocándolas en agua hirviendo durante unos minutos, luego colando y bebiendo el líquido caliente. La planta contiene una serie de compuestos expectorantes y antiinflamatorios, que ayudan a despejar las vías respiratorias y a reducir síntomas como la congestión o la fatiga.
Hay quien apuesta por el laurel… incluso desde el campo de la cosmética. Al parecer, se puede utilizar para fabricar champús y lociones, porque las vitaminas y los ácidos grasos presentes en sus hojas mejoran la salud de la piel y del cabello. Es especialmente efectivo para luchar contra la sequedad y el picor del cuero cabelludo.
En caso de dolor muscular y dolor articular, también se puede fabricar un aceite esencial que luego podremos utilizar para afectar a la zona dolorida en cuestión. Lo que ayudará a refrescar y a calmar la región. Como puedes ver, el laurel es una planta muy versátil y nos puede ayudar en muchas situaciones más o menos cotidianas.
De un tiempo a esta parte, también se ha puesto de moda poner unas hojas de laurel debajo de la almohada. Y, si bien es cierto que no tiene un sustento médico, son muchos los que afirman que podemos beneficiarnos de todas las ventajas antes mencionadas y, además, ayudar a conciliar el sueño. Si quieres intentarlo, siempre puedes poner dos o tres hojas bajo tu almohada. Ni siquiera es necesario que duermas con ellas, simplemente con retirarlas antes de acostarte será suficiente.
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