Encuentran la clave para adelgazar en un ingrediente típico del desayuno español

Cuando nos ponemos a dieta, encontrar un desayuno que sacie el hambre mañanero y que sea saludable es uno de los principales dilemas. La rapidez del día a día nos lleva en muchas ocasiones a recurrir a las opciones rápidas.

En España, solemos recurrir a la leche con galletas, a los cereales o las tostadas; todos alimentos altos en carbohidratos y azúcares. Sin embargo hay algo que, según la ciencia, sí hacemos bien cuando escogemos el desayuno si nuestro objetivo es perder peso.

Se trata de beber café, un hábito muy español. Cada día, se consumen en nuestro país 65,5 millones de tazas con esta bebida, según la Asociación Española del Café. Lo preferimos con cafeína y normalmente, lo tomamos en casa. Sobre todo, en el desayuno. De los cafeteros, el 84% lo hace en esa franja horaria.

En este sentido, es muy posible que estés de enhorabuena si quieres cuidar la línea. Y es que, hace unos días, un equipo de investigadores relacionó el consumo de café con la pérdida de peso. No obstante, los expertos indicaron que hay que tomarlo de cierta manera para notar los beneficios.

El estudio, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, recuerda que estudios anteriores han probado también que el consumo diario de café puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, la obesidad y hasta ciertos tipos de cáncer.

El café debe tomarse así para notar su efecto reductor

El consumo de café también reduce el riesgo de muerte por todas las causas. Las pruebas indican que el café tiene beneficios para la salud, principalmente, por la activación del sistema nervioso simpático y el aumento del gasto energético.

Sin embargo, el café se consume a menudo con azúcar añadido, edulcorantes artificiales o crema. En el estudio actual, los científicos examinan la relación entre el consumo de café, la ingesta de cafeína y los cambios en el aumento de peso corporal, teniendo en cuenta la adición de azúcar, nata o crema no láctea al café.

Para ello, se incluyeron en el análisis una impresionante muestra de más de 155.000 personas. Todos los participantes en el estudio completaron cuestionarios que se utilizaron para evaluar la ingesta de alimentos y bebidas a lo largo de cuatro años. En los análisis se tuvo en cuenta el consumo tanto de café descafeinado como de café con cafeína, así como los hábitos de añadir azúcar, nata y edulcorantes no edulcorantes al café.

El análisis reveló que un aumento de una taza diaria de café sin azúcar con cafeína o descafeinado se asocia con una reducción moderada del aumento de peso de aproximadamente 0,12 kilogramos.

Por otra parte, un aumento en la adición de una cucharadita de azúcar a cualquier alimento o bebida cada día se asoció con un aumento de peso de 0,09 kg durante el período de cuatro años. Por su parte, no se observó ninguna asociación entre la adición de nata o crema no láctea y el aumento de peso.

Reduce un 50% el riesgo de obesidad

Pero además, las asociaciones observadas entre los cambios en el consumo de café o azúcar añadido y los cambios en el peso corporal fueron más pronunciadas entre los participantes con sobrepeso u obesidad y los participantes más jóvenes.

Estudios anteriores apuntan a que el café con cafeína reduce casi un 50% el riesgo de obesidad. Además, la pérdida de peso que produjo el café en anteriores investigaciones contribuyó a reducir hasta un 43% el riesgo de diabetes tipo 2.

Diversos estudios han considerado acreditado que el consumo de cafeína da como resultado una reducción de la grasa corporal. En ellos subrayan que "se sabe que la cafeína estimula el metabolismo, aumenta la quema de grasas y reduce el apetito, y se calcula que una ingesta diaria de 100 miligramos aumenta el gasto energético en unas 100 calorías al día".

En la investigación actual también se consideró el consumo de cafeína por separado. Esta reveló que un aumento de la ingesta de cafeína de 100 mg diarios se asocia con una reducción del aumento de peso de 0,08 kg. Los resultados fueron similares a los observados con el café con cafeína.

Por lo tanto, los autores concluyen que aumentar el consumo de café con cafeína o descafeinado sin azúcar podría ser eficaz para el control del peso corporal. Sin embargo, añadir azúcar al café puede atenuar en gran medida los beneficios para la salud de su consumo.