Hallazgo

Asocian el uso de vacunas y de un antiinflamatorio muy común a un menor riesgo de demencia

Este hallazgo respalda la hipótesis de que las demencias comunes pueden ser desencadenadas por infecciones virales o bacterianas, y respalda el reciente interés en las vacunas, como la vacuna BCG contra la tuberculosis, y la disminución del riesgo de demencia

Un estudio revela que sentirse cansado durante el día podría ser un signo de demencia
Un estudio revela que sentirse cansado durante el día podría ser un signo de demenciaPixabay

Al igual que la Covid-19 aumenta el riesgo de desarrollar demencia, sobre todo en el caso de los que pasaron la enfermedad más grave, según un estudio publicado en «The Lancet Psychiatry», un equipo de investigadores de las universidades de Cambridge y Exeter ha descubierto, tras analizar los datos de salud de más de 130 millones de personas, que los antibióticos, antivirales, vacunas y medicamentos antiinflamatorios están asociados con un menor riesgo de demencia.

El estudio identificó varios medicamentos ya autorizados y en uso que tienen el potencial de reutilizarse para tratar la demencia; una de las principales causas de muerte en el Reino Unido y que puede provocar una profunda angustia en la persona y en quienes la cuidan. En España la estimación es que para mediados de siglo habrá un 83% más de afectados directos con demencia, al pasar de 826.686 casos en 2019 a 1.516.523.

A pesar de los intensos esfuerzos realizados, los avances en la identificación de fármacos que puedan retrasar o incluso prevenir la demencia han sido decepcionantes. Hasta hace poco, los fármacos contra la demencia solo eran eficaces para tratar los síntomas y tenían un efecto modesto.

Recientemente, se ha demostrado que el lecanemab y el donanemab reducen la acumulación de placas amiloides en el cerebro (una característica clave de la enfermedad de Alzheimer) y ralentizan la progresión de la enfermedad, pero el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) concluyó que los beneficios eran insuficientes para justificar la aprobación de su uso en el sistema sanitario de Reino Unido.

En un estudio publicado hoy en "Alzheimer's and Dementia: Translational Research & Clinical Interventions", Ben Underwood, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge, junto con la Dra. Ilianna Lourida, de la Universidad de Exeter, dirigió una revisión sistemática de la literatura científica existente para buscar evidencia de medicamentos recetados que alteraran el riesgo de demencia.

Las revisiones sistemáticas permiten a los investigadores agrupar varios estudios en los que la evidencia puede ser débil, o incluso contradictoria, para llegar a conclusiones más sólidas.

En total, el equipo examinó 14 estudios que utilizaron grandes conjuntos de datos clínicos y registros médicos, que recogieron datos de más de 130 millones de personas y 1 millón de casos de demencia. Aunque encontraron una falta de coherencia entre los estudios a la hora de identificar los medicamentos individuales que afectan al riesgo de demencia, identificaron varias clases de medicamentos asociados con un riesgo alterado.

Un hallazgo inesperado fue la asociación entre los antibióticos, los antivirales y las vacunas y un menor riesgo de demencia. Este hallazgo respalda la hipótesis de que las demencias comunes pueden ser desencadenadas por infecciones virales o bacterianas, y respalda el reciente interés en las vacunas, como la vacuna BCG contra la tuberculosis, y la disminución del riesgo de demencia.

También se ha descubierto que los fármacos antiinflamatorios, como el ibuprofeno, están asociados a un menor riesgo. Cada vez se considera más que la inflamación contribuye de forma significativa a una amplia gama de enfermedades, y su papel en la demencia se ve respaldado por el hecho de que algunos genes que aumentan el riesgo de demencia forman parte de las vías inflamatorias.

El equipo encontró evidencia contradictoria para varias clases de medicamentos: algunos medicamentos para la presión arterial y antidepresivos y, en menor medida, medicamentos para la diabetes, se asociaron con un menor riesgo de demencia y otros con un mayor riesgo.

"El hecho de que un fármaco en particular esté asociado a un riesgo alterado de demencia no significa necesariamente que cause o ayude a tratar la demencia. Sabemos que la diabetes aumenta el riesgo de demencia, por ejemplo, de modo que cualquier persona que tome medicamentos para controlar sus niveles de glucosa naturalmente también correría un mayor riesgo de demencia, pero eso no significa que el fármaco aumente el riesgo", precisa Lourida.

“Es importante recordar que todos los medicamentos tienen beneficios y riesgos. Nunca debes cambiar de medicamento sin consultarlo primero con tu médico y debes hablar con él si tienes alguna inquietud”, incide.