José Carnero fundóUnoentrecienmil hace más de 10 años. "Surgió a raíz de la enfermedad de mi hijo Guzmán. A los 3 años le diagnosticaron leucemia y comencé una bitácora para rescatar algo positivo del día a día". El blog de Guzmán fue creciendo poco a poco, creando una comunidad. Cuando Guzmán acabó el tratamiento, al cabo de dos años, el blog dejó de tener sentido. "Había que darle otra forma para aglutinar toda esa energía… el blog pasó a ser un despertador para mucha gente", relata Carnero.

Así fue como nació la Fundación Unoentrecienmil se convirtió en un entorno en el que tenían cabida todos los proyectos enfocados en generar un impacto positivo en la vida de la gente, apoyando siempre la investigación de la leucemia infantil. El pasado marzo, la entidad inauguró la Aceleradora Unoentrecienmil, la primera Unidad de terapia no farmacológica para niños y niñas con cáncer implantada en España, en el Hospital Universitario La Paz de Madrid. Por su trabajo e incansable labor, este proyecto recibió ayer un Premio Fundación MAPFRE a la Innovación Social en la categoría de Mejora de la Salud y Tecnología Digital.

El nuevo servicio se sumará a otros tratamientos convencionales como una terapia complementaria pautada por los oncólogos del hospital. Así, la Aceleradora Unoentrecienmil combina el ejercicio físico de precisión de los niños enfermos de cáncer con la investigación y apoyada en el uso de una aplicación tecnológica. Está basada en una investigación que promovió la Fundación Unoentrecienmil en 2018 que concluyó, con datos científicos, que la práctica pautada de ejercicio físico es beneficioso para su sistema inmune, reduciendo el tiempo de hospitalización en un 17%.

Los resultados demuestran que tienen efecto cardioprotector, mejora la fuerza muscular, la capacidad funcional y la cardiorrespiratoria, favorece la respuesta inmune frente al tumor, se atenúan los efectos secundarios de tratamiento químicos y aumenta la autoestima y la calidad de vida.

"En nuestra búsqueda constante sobre las investigaciones y trabajos más fiables y prometedores para la curación plena de los niños con cáncer, nos dimos cuenta de que en adultos sí había iniciativas de ejercicio físico y oncología, pero en niños no", señala José Carnero, fundador de la Fundación Unoentrecienmil. "Nos propusimos impulsar esta línea de trabajo que se ha hecho realidad con la inauguración de la primera Aceleradora en el Hospital de La Paz en Madrid, que es solo la primera de muchas que están por llegar", avanza.

¿Cómo funciona la Aceleradora Unoentrecienmil?

Este proyecto tiene tres componentes necesarios para la consecución de sus objetivos: espacio físico, aplicación tecnológica y un proyecto de investigación liderado por un equipo multidisciplinar formado por oncólogos, pediatras, enfermeras, expertos en educación infantojuvenil y, por supuesto, los pacientes y sus familias como actores principales

• Zona de activación: pensada para el calentamiento previo a la parte inicial de la sesión de ejercicio. Aquí se activa al paciente con elementos relacionados con el deporte y el juego, un sitio donde favorecer la relación social para crear adherencia a la terapia.
• Zona de ejercicio dirigido: dotada de máquinas de gimnasio seleccionadas por sus características de dimensiones y funcionalidad adaptando el deporte a las necesidades de cada paciente.
• Zona de laboratorio: alberga maquinaria de medición para la valoración del estado de salud cardiovascular del paciente y recogida de datos para sus análisis.

Cuenta, además, con una aplicación digital que apoya el desarrollo de la intervención, así como la recogida y el análisis de datos, para detectar fortalezas y debilidades de la intervención aplicada y promover también la generación y la adherencia de los niños y adolescentes con cáncer a un estilo de vida activo y saludable.

Proyectos sociales e inclusivos

Antonio Huertas, presidente de MAPFRE y de Fundación MAPFRE, ha destacado durante el acto de entrega de los premios, celebrado en Madrid, que "son premios con un apellido muy buscado, que ponen todo el acento en lo Social, en ayudar a las personas, especialmente a las más vulnerables o que necesitan un esfuerzo adicional en inclusión. Es un ejemplo de nuestro compromiso con la sostenibilidad y de nuestra manera de entender la actividad, ligada a contribuir a que millones de personas crezcan y mejoren su calidad de vida".

Y destacó: "Solo por haber desarrollado la innovación pensando en los demás, en lo social, todos los presentados merecen nuestro agradecimiento y reconocimiento. Vuestro éxito es también el de la sociedad que se va a beneficiar de vuestras ideas y de vuestro emprendimiento social".

José Carnero, fundador y CEO de Aceleradora Unoentrecienmil, apuntó durante la gala que "el ejercicio físico pautado reduce el tiempo de hospitalización de los niños con cáncer, y aporta grandes ventajas a nivel respiratorio, cardiovascular y muscular. A través de este galardón queremos dar a conocer e impulsar nuestra terapia para que no solo esté en el Hospital Universitario La Paz, sino para que se implante en los distintos hospitales de España".

En cuanto a los otros ganadores de los premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social, uno fue para LUP, una iniciativa que ha desarrollado una lupa inteligente para personas con discapacidad visual. Por su parte, intervino Uxue Mancisidor, cofundadora y CEO: "Gracias a este galardón, LUP es reconocida como una tecnología única capaz de solucionar uno de los grandes problemas que sufre la sociedad cada día: la falta de accesibilidad en la lectura. Otorgar más autonomía e independencia a las personas con problemas de visión es el objetivo que marcamos al principio del proyecto, y por en el que seguiremos invirtiendo tras recibir este premio".

Por su parte, Ryan Frankel, fundador y CEO de TASL, manifestó que "en una sociedad cada vez más adicta a la tecnología, son necesarias iniciativas como TASL. Reducir los accidentes de tráfico es una tarea de todos, y con la gamificación los usuarios se ven más motivados a no coger el teléfono mientras están al volante. De momento son muchos los estadounidenses que utilizan TASL, y gracias a este reconocimiento podremos expandir nuestra idea al resto de países del mundo”.

La convocatoria de este año ha recibido casi 350 iniciativas desarrolladas por científicos, investigadores, estudiantes de universidades y escuelas de negocios. Los doce finalistas han presentado sus propuestas ante un jurado formado por profesionales del ámbito empresarial y del emprendimiento social, que ha seleccionado a los tres ganadores, teniendo en cuenta criterios basados en su potencial de impacto social, su viabilidad técnica y económica, y la capacidad y experiencia del equipo.