Descubrimiento

Las huellas dactilares pueden pronosticar el riesgo de sufrir esquizofrenia y trastorno bipolar

Un estudio español realizado con centenares de pacientes y gracias técnicas de Inteligencia Artificial ha desarrollado un algoritmo predictivos que llegaban a un 70% de acierto en su diagnóstico

La huella dactilar arroja información sobre el consumo de drogas
La huella dactilar arroja información sobre el consumo de drogaslarazon

¿Se imagina que, simplemente, mirando las huellas digitales se pudieran diagnosticar enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar? Pues esta idea, más propia de una película de ciencia ficción, es en realidad la conclusión a la que ha llegado la ciencia real y, además la han demostrado científicos españoles.

El trabajo, que se presenta el miércoles en el contexto del I Congreso Ciber -acrónimo de Centros de Investigación Biomédica en Red-, que empezará mañana en el Palacio de Congresos de Valencia, es un estudio realizado recientemente usando huellas de centenares de pacientes combinadas con técnicas de Inteligencia Artificial se desarrollaron algoritmos predictivos para la esquizofrenia que llegaban a un 70% de acierto en su diagnóstico.

Esta "idea marciana", como la define Raymond Salvador, uno de los co coordinadores del trabajo e investigador senior de la Fundación Fidmag, nace debido al origen embrionario común de la piel y el cerebro, y teniendo en cuenta que las alteraciones prenatales aumentan el riesgo de sufrir esquizofrenia, se han propuesto las huellas dactilares como posibles biomarcadores de dicho trastorno.

"Lo que se consiguió es un algoritmo que permitía discriminar entre los individuos sanos y los pacientes con un 70% de acierto. No es una prueba infalible, pero tampoco del 50% que es aleatorio. Además, otros dos puntos importantes de este 70% es que las huellas son un patrón bilógico fijo antes de nacer y no se modifica a lo largo de la vida, pero se sabe que hay factores ambientales que afectan al riesgo de desarrollar esquizofrenia (como el uso de cannabis, vivir en ciudades, etc.), por lo que como nuestra herramienta se queda congelada en el momento de nacer y no contempla los otros factores moduladores, si nos diera el 100% de acierto no sería creíble", cuenta.

También para trastorno bipolar y autismo

Como apunta Salvador, una vez que pudieron demostrar este hecho, se lanzaron para ampliar su estudio y ver si estas servían para pronosticar otras enfermedades del neurodesarrollo. Y es que, "dado que las huellas dactilares se forman durante el embarazo y quedan fijadas después del nacimiento, cabe la posibilidad de su uso para el diagnóstico temprano de otras patologías tales como el trastorno bipolar o el del espectro autista", explica el investigado a LA RAZÓN.

Así, los resultados del primer trabajo se replicaron con éxito en un segundo estudio independiente en el que también se aplicaron estos algoritmos a una muestra de pacientes con trastorno bipolar, siendo estos también detectados con un grado de éxito similar.

Mientras este nuevo trabajo de validación se encuentra actualmente "en proceso de revisión en una revista de trastorno bipolar y pendiente de publicación", cuenta Salvador, el siguiente paso es hacer un nuevo algoritmo para discriminar entre ambas enfermedades: "Estamos reclutando de pacientes con trastorno bipolar (de alrededor de 700) para probar este supuesto, y también para diferenciar entre y esta enfermedad y la esquizofrenia", continúa.

"Nos queda tiempo para desarrollarlo porque las cosas van lentas, es más difícil de reclutar a estos pacientes con trastorno bipolar, y también por los problemas de financiación, claro", lamenta.

Por si todo lo anterior fuera poco, lo están probando también en personas con trastorno del espectro autista, "es una línea que estamos trabajando de cara al futuro, de cara a tener un diagnóstico temprano", apunta. Mientras, cree que esta innovadora técnica puede servir para predecir el riesgo en esquizofrenia en personas con antecedentes familiares así como herramienta de ayude en el primer episodio "cuando un individuo se presenta en urgencias con unos síntomas que apuntan hacia esa dirección y poder aplicarlo. Sería una prueba más de evidencia", concluye.