Canela fina
Le vamos a sacar hasta los higadillos
«Pedro Sánchez negocia desesperadamente el precio de los siete votos de Junts en favor de los Presupuestos»
Persona cercana a Carlos Puigdemont, de cuyo nombre sí puedo acordarme, me ha dicho en larga conversación telefónica: «Si Pedro Sánchez quiere Presupuestos los tendrá, pero le vamos a sacar hasta los higadillos». Esta expresión de castellano viejo responde a una realidad incuestionable. Al presidente del Gobierno y a su representación parlamentaria les están chantajeando sin piedad los partidos de Sumar, así como Podemos, PNV, Junts, ERC y Bildu. Aunque el entorno sanchista se esfuerce por enmascarar la extorsión, la opinión pública tiene conciencia clara de lo que está ocurriendo.
«El chantaje inacabable», al que se refirió Ortega y Gasset, acompaña especialmente a los secesionistas, dispuestos a otorgar sus votos a cambio de concesiones, muchas veces humillantes, siempre carísimas. Antonio Maura se resistió «como una pantera de Java» a las extorsiones que durante largos años trataron de imponerle. Pedro Sánchez, «presuroso gil cordero», ha acudido a Waterloo dispuesto a las más indecentes concesiones, con tal de permanecer calentando su cómoda poltrona monclovita y continuar disfrutando del suculento catering del falcon.
Con la parsimonia que caracteriza los pasos de Núñez Feijóo, el Partido Popular se ha dado cuenta de que puede haber Presupuestos Generales del Estado porque el fiasco de Puigdemont con la amnistía, el retorno triunfal a Cataluña y la presidencia de la Generalidad pueden quedar compensados a través de generosas ayudas económicas directas o indirectas al partido y a la economía del prófugo golpista.
Pedro Sánchez cree que el dinero todo lo puede y está negociando en Waterloo el precio de la votación favorable de Junts a los Presupuestos Generales del Estado. Aunque se engorde la deuda pública hasta la obesidad, aunque se obligue a los contribuyentes a la opresión de los impuestos desbocados, Pedro Sánchez hará todas las concesiones necesarias, sabiendo, además, porque así lo han anunciado los diputados de Junts, que pasarán nuevas facturas por cada futuro proyecto de ley del sanchismo.
De forma inmediata, será difícil conocer el precio que el prófugo golpista ha puesto a sus votos en el Congreso, pero terminaremos enterándonos. Sin descartar que algunos secesionistas intentarán jugar la carta de que la negociación no prospere y se abra la posibilidad de hundir a Pedro Sánchez a través de una moción de censura.