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V de viernes

Tapar el sol con geoingeniería

El agresivo plan aprobado por la Administración Biden para oscurecer el planeta bloqueando la luz solar despierta todo tipo de recelos en el mundo

¿Provocación, locura o extrema necesidad ¿. Los científicos que estudian la geoingeniería solar saben que "inyectar" partículas reflectantes carbonato de calcio o de azufre en la estratosfera para desviar la luz solar y así enfriar el planeta es algo altamente invasivo para la naturaleza. Por eso el informe de 44 páginas, basado en el proyecto SCoPEx de Bill Gates y la Universidad de Harvard, que respalda la Administración Biden ha generado tanta polémica.

La idea no es nueva. Se trata de imitar lo que sucede cuando los volcanes liberan partículas a la atmósfera: una gran erupción, como la del Pinatubo, en Filipinas, enfrió el planeta y provocó un descenso de las temperaturas globales durante uno o dos años. Del mismo modo, inyectar carbonato de calcio o dióxido de azufre en aerosol en la estratosfera podría tener resultados similares y reducir las temperaturas, o al menos eso dicen los científicos que trabajan para Bill Gates y la Administración Biden y que han elaborado un documento de 44 páginas para realizar este proyecto. En tal sentido, el Gobierno USA anunció recientemente un plan de investigación de cinco años para estudiar la geoingeniería solar. Una idea que parece salida de la ciencia ficción pero que podría ser realidad en breve.

Las opciones incluyen la inyección de aerosol estratosférico para reflejar más la luz del sol, utilizar el brillo de las nubes marinas para aumentar su cobertura sobre los océanos y el adelgazamiento de los cirros de gran altitud de cristales de hielo que reflejan la luz del sol de regreso a la superficie de la tierra.

¿Esto no tendría efectos secundarios?. La realidad es que los desequilibrios de la radiación solar pueden afectar a los ecosistemas, la agricultura, el clima y la vida de las plantas, los animales y las personas. Las complejas interacciones entre la atmósfera, los océanos y la biósfera dificultan pronosticar los efectos de semejante plan estadounidense. La reducción repentina de la luz solar podría causar cambios climáticos tan drásticos como impredecibles.

Queda, por lo demás, la enorme cuestión de saber si la administración norteamericana tiene jurisdicción para aplicar una medida como esa. Evidentemente, no la tiene. Por mucho que Biden se considere el amo del mundo, una opción semejante no puede ser adoptada por un solo país, sino en todo caso por el acuerdo de la mayoría. E igualmente sería un desastre.

Menos luz del sol es menos energía para la Tierra, para las plantas y para el hombre. Menos vitamina D, y ya sabemos cuan de importante es la vitamina D. ¿Hay alguien sensato al frente de semejante planteamiento?. De lo que se trata es de volver a la naturaleza, no de agredirla más con ideas artificiales como la geo-ingeniería, la ingeniería alimentaria y la ingeniería social. Si quieren acabar con el mundo, lo van a conseguir. Lo que hay que hacer es contaminar menos, no lanzar más porquería incontrolada a la atmósfera.