Parresía

¿Nada en el tintero?

¿Por qué José Luis Ábalos se ha amparado en su condición de aforado? ¿Por qué, en calidad de aforado, no le ha mostrado ya al juez las cuentas de su patrimonio y el contenido de su teléfono móvil?

Cuando se habla del desprestigio de la política y de la desconfianza de los españoles en las instituciones, no olvidemos el porqué: nos ha rodeado y nos rodea una creciente enredadera de supuesta corrupción. El caso Aldama-Koldo-Ábalos es un clarísimo ejemplo de cómo un grupo de individuos próximos al poder gubernamental, a base de irregularidades, consiguen importantes beneficios económicos. El pelotazo de toda la vida, vaya. Vamos sobrados de pícaros y de espabilados.

El ex ministro José Luis Ábalos le ha demostrado al PSOE que, pese a pertenecer ya al Grupo Mixto, él sigue teniendo un corazón socialista y ninguna intención de dañar su antigua casa de Ferraz. De entrada, en el Tribunal Supremo, en su declaración voluntaria, Ábalos ha evitado argumentar algo «inconveniente» para él y sus antiguos compañeros. Se ha desvinculado de la trama de corrupción que le salpica y ha dejado la pelota de la culpa en el tejado de su exasesor, Koldo García. Según Ábalos, era Koldo y no él quien se relacionaba con el «nexo corruptor», el empresario Víctor de Aldama. Será muy interesante escuchar, la semana que viene, lo que Aldama y Koldo le comuniquen al juez del Supremo. Y sobre todo, será crucial cómo reaccione la UCO ante todas estas declaraciones.

Si el hombre que lo ha sido todo el PSOE -mano derecha de Pedro Sánchez- efectivamente no tiene nada que esconder, si no ha dejado «nada en el tintero» y nos está diciendo la verdad -a nosotros y al Supremo-, varias ideas no me cuadran: ¿Por qué Sánchez le destituyó, de un día para otro? ¿Qué sería lo que supo el presidente del Gobierno para echarle de su lado de forma tan fulminante? Todavía no se nos ha explicado.

¿Por qué José Luis Ábalos se ha amparado en su condición de aforado? ¿Por qué, en calidad de aforado, no le ha mostrado ya al juez las cuentas de su patrimonio y el contenido de su teléfono móvil? La inspección del móvil y del patrimonio se puede aplazar al menos dos meses, hasta febrero del año que viene. Y dentro de dos meses, tal y como va este país, puede haber pasado cualquier cosa. Véase cómo los presupuestos, la política migratoria o cualquier votación en el Congreso dependen, hoy por hoy, del estado de ánimo de Carles Puigdemont. Junts tiene la llave de la gobernabilidad y de la supervivencia de este Ejecutivo. Todos los caminos de las negociaciones conducen a Suiza, o allá donde esté el fugado. Junts no votará nada en el Congreso hasta que sus exigencias se vean satisfechas. ¿Hasta dónde llegará Moncloa para satisfacerlas? ¿Dónde está la línea roja, si la hay?