Sin Perdón

Lobato planta cara a Sánchez

Las cloacas patrióticas del sanchismo en el aparato del Estado son muy eficaces dando materiales para servir a su señor

La reacción de la izquierda política y mediática es un auténtico esperpento. La Moncloa ha dado la orden de linchar a Lobato y han salido todos en tromba en su contra. El aparato del PSOE lleva meses volcado en las filtraciones con el objetivo de destruirle. No cuenta con el favor del autócrata, ya que Sánchez es la autoridad suprema. Por ello, todos tienen que reírle las gracias y aplaudir sus excentricidades. No sé cuál es la razón que justifica su caída en desgracia, pero imagino que no es lo bastante sumiso. Dentro de la espiral de autodestrucción del sanchismo, nadie está seguro en su puesto. Es lo que sucedió con Tomás Gómez, que fue una figura clave en su acceso a la secretaría general. El pago que recibió fue quitarle de la secretaría general del PSOE en Madrid. Hay que reconocer que Sánchez no se esconde y ha decidido acallar cualquier voz crítica. Por ello, quiere que Óscar López, que recibió el perdón presidencial por traicionarle, lidere el partido en Madrid y se enfrente a Ayuso en las próximas elecciones. Lo mejor es que cree que puede ganar, aunque es la misma idea estrafalaria que tuvo con Gabilondo.

La impunidad del sanchismo reproduce siempre un mismo patrón de conducta. En primer lugar, están las filtraciones que empiezan como insinuaciones hasta convertirse en una auténtica máquina del fango. Esas mentiras y bulos acaban con la presunción de inocencia. Es lo que ha hecho con el novio de Ayuso utilizando sus problemas con Hacienda. La vicepresidenta Montero, la hooligan oficial del presidente del Gobierno, compite en sus exabruptos en aras de hacer méritos en la sucesión. En el caso de Lobato se han utilizado los medios de comunicación afectos al aparato propagandístico monclovita, ya que el tratamiento tenía que ser algo más fino. Las cloacas patrióticas del sanchismo en el aparato del Estado son muy eficaces dando materiales para servir a su señor. No importa su inconsistencia, porque el objetivo es disparar contra Lobato y otros disidentes, los jueces desafectos y los periodistas críticos. Por ello, Lobato hace muy bien de plantar cara y defender sus derechos, porque es necesario acabar con el pensamiento único en el PSOE para que triunfe la ética y la dignidad frente a las mentiras y la manipulación.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).