El Instituto Cato de Washington entregó el Premio Milton Friedman a la Promoción de la Libertad de 2023 al empresario hongkonés Jimmy Lai. Lo recogió su hijo Sebastian, porque Jimmy Lai está preso por defender la libertad y los derechos humanos, defensa incompatible con el comunismo.

Su historia, relatada en un reciente documental del Instituto Acton (se puede ver aquí: https://bit.ly/3LEemnY), empieza en Cantón, donde nació en 1947, y recomienza en Hong Kong, a donde llegó como polizón en un pesquero, con apenas doce años. Desde muy pobres comienzos llegaría a ser un empresario de éxito en el textil. En 1995 lanzó el diario Apple Daily, para propiciar la democracia y la economía libre en Hong Kong. Finalmente, y amparados por la siniestra Ley de Seguridad Nacional, los nuevos mandatarios comunistas de la antigua colonia británica impidieron, como es su norma, cualquier movimiento democrático, y hostigaron sin cesar a Jimmy Lai; cerraron su periódico, confiscaron sus bienes, fue arrestado varias veces, detenido en 2020 con otras seis personas de su empresa, y condenado cinco años de prisión. Su proceso, sin embargo, no ha terminado: ahora mismo atraviesa otra farsa de juicio comunista, y quizá pase el resto de su vida en la cárcel.

La reacción de los países democráticos fue inmediata. Reporteros sin Fronteras le concedió el Premio a la Libertad de Prensa, un grupo de parlamentarios estadounidenses de ambos partidos propuso su nombre para el Premio Nobel de la Paz, y las protestas contra su injusto encarcelamiento se han multiplicado.

En una de las publicaciones del Cato se recuerda que una vez le preguntaron por qué, siendo una persona tan rica, en vez de vivir una vida cómoda y tranquila se estaba dedicando al activismo por la libertad en Hong Kong, algo que podía poner, y puso, en riesgo su propia libertad. Jimmy Lai respondió: «¿Para qué sirve el dinero si no eres libre? Yo creo que tu vida ha de tener algún sentido, y luchar por la libertad significa algo importante para mí, personalmente. No estoy pensando en mi legado. Sólo pienso en hacer lo que está bien, sin atender a las consecuencias».

Jimmy Lai, que se ha convertido al catolicismo, llegó a sus ideas liberales como muchas otras personas en el mundo: leyendo el clásico de Hayek, Camino de servidumbre (https://bit.ly/3Tzzgc1).