Sin Perdón

Un CGPJ al servicio del sanchismo

«Los tentáculos del presidente del TC se extienden por la judicatura, aunque los llamados progresistas sean una minoría»

El ministro Óscar Puente se equivocó con su descalificación de la Sala de lo Penal del Supremo. Lo lógico es que hubiera sido prudente y tras el ataque se podría haber disculpado. Su opinión sobre la amnistía, aunque no la comparto, hay que respetarla. Si fuera un abogado en ejercicio podría escribir artículos, dar conferencias o publicar un libro apoyándola, pero como ministro tiene la obligación de respetar la separación de poderes. Los magistrados han planteado sus dudas razonables sobre la medida por medio de un auto razonado, sólido y contundente. No tengo ninguna duda de que Conde-Pumpido cumplirá la misión encomendada y lo ignorará. No hay duda de que vivimos tiempos aciagos para el Derecho cuando pesan más los intereses partidistas y personales que el respetar el ordenamiento constitucional. La democracia española sufrió el fallido golpe de Estado del 23 F, que duró unas horas, nos hizo más fuertes y la rebelión política contra el ordenamiento constitucional y estatutario encabezada por Puigdemont y Junqueras que se saldó con una victoria del Estado de Derecho. Lo que sucede ahora es muy grave, porque Conde-Pumpido encabeza un proceso de mutación constitucional al servicio del sanchismo.

Los tentáculos del presidente del TC se extienden por la judicatura, aunque los llamados progresistas sean una minoría, y por ello quiere colocar a la magistrada Pilar Teso, con quien le une una estrecha amistad, al frente del CGPJ. Tras los vergonzosos indultos del procés, que no fue un acto de fuerza del Estado sino de la debilidad de Sánchez, llegó la desaparición del delito de sedición y el abaratamiento de la malversación. La amnistía fue otro hito de este camino de despropósitos y ataques a la Constitución. Por supuesto todo ello con la marca chapucera de los pseudojuristas al servicio de la izquierda radical y populista. Sánchez ha decidido que quiere que seamos un Estado Federal, que es manifiestamente inconstitucional, y regalar un sistema de concierto y cupo a Cataluña como pago por los votos de ERC. No tenemos que sorprendernos de que el bloque progresista del CGPJ rechace criticar a Puente y que, siguiendo las instrucciones de La Moncloa y Conde-Pumpido, quiera imponer a Teso que está llamada a ser un clon del presidente del Constitucional. Es lo que quiere Sánchez para perpetuarse en el poder.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).