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Taiwán

Pelosi en Taiwán

La iniciativa va en contra de los esfuerzos de Biden para estabilizar sus relaciones con China

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, ha echado un órdago en el agitado Estrecho de Formosa. El anuncio de la visita enfureció a China. En la memoria del Partido Comunista Chino está su visita a Pekín de 1991 cuando levantó una pancarta en la Plaza de Tiananmen a favor de la democracia y en honor a los estudiantes asesinados dos años antes. Pelosi es congresista por un distrito de San Francisco donde un tercio de sus residentes son de origen asiático. Desde el inicio de su carrera se ha distinguido por ser un halcón contra China. Se opuso a la entrada de Pekín a la Organización Mundial del Comercio en 2001 y ha sido muy crítica con las violaciones de los derechos humanos. Treinta años después parece cerrar el círculo con su visita no anunciada a Taiwán.

El encuentro planteó un incómodo dilema a la Casa Blanca. La iniciativa va en contra de los esfuerzos de Biden para estabilizar sus relaciones con China y evitar que la rivalidad entre las dos potencias se convierta en un conflicto. Pero oponerse al viaje supondría enviar una señal de debilidad inasumible para un presidente que tiene a la vuelta del verano las elecciones de mitad de mandato. Los republicanos verían un ángulo para atacar al demócrata sin piedad. Biden conversó durante dos horas con Xi Jinping la semana pasada. Es probable que le explicase que no puede dictar la agenda de la tercera autoridad del país. El poder legislativo opera con independencia del ejecutivo en democracia. Es posible también que a Xi le cueste entender la separación de poderes.

Los medios chinos han sugerido que el Ejército respondería agresivamente al viaje de Pelosi, enviando aviones de combate sobre la isla. Pekín sostiene que se trata de una visita sin precedentes. Pero en 1997 el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, visitó Taiwán. Lo hizo además un año después de la última gran crisis con Taiwán, cuando China arrojó misiles al mar cerca de los puertos y Bill Clinton envió dos portaaviones. El viaje de Pelosi nos mostrará la naturaleza del régimen de Xi.