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Exclusividad y deportividad en Alfa Romeo se dice "Quadrifoglio"
Stelvio y Giulia presentan versiones especiales muy limitadas, con un equipamiento cercano a la competición y un motor de gasolina que llega a los 520 caballos
Entre las marcas de lujo, sin duda, la que cuenta con mayor tradición deportiva es Alfa Romeo, que inscribe victorias en su palmarés desde 1928 cuando su 6C 1.500 vencía en las Mille Miglia. Dentro de la firma milanesa, los modelos más deportivos se distinguen desde 1923, es decir desde hace un siglo, con el escudo del trébol de cuatro hojas, el famoso “Quadrifoglio”. Un logotipo que distingue a estas últimas versiones especiales preparadas sobre la base de los modelos Stelvio y Giulia.
Una serie muy limitada distinguida con la denominación Super Sport que eleva hasta el máximo las prestaciones de sus dos modelos más carismáticos: Stelvio y Giulia. Unos ejemplares numerados que, desde el día de su adquisición, se convertirán en piezas de colección. Pero claro, sólo para los más rápidos ya que únicamente se construirán 175 ejemplares a la versión con la carrocería del Stelvio y 275 del Giulia. En ambos casos se mantienen las carrocerías de origen, pero con varias modificaciones que acreditan su personalidad.
Porque la belleza del diseño se ve acrecentada por algunos detalles que no pasan desapercibidos para los verdaderos alfistas. Por ejemplo, la parrilla triangular tan característica de la marca está realizada en fibra de carbono. Este material lo podemos encontrar en diferentes elementos tanto en el interior del habitáculo como en piezas externas, como el techo, los retrovisores o los espectaculares deflectores del fondo trasero para canalizar los flujos de aire. Una imagen espectacular que se ve acrecentada por los escapes de la marca Akrapovic que emiten un sonido que los amantes de las carreras definirían como sinfonía.
No es el único detalle que demuestra que estamos ante un coche con dos personalidades. Podemos conducido como un berlina o SUV normal o meternos en un circuito a rodar a tope gracias a sus frenos con pinzas Brembo y a sacar todo el partido a su mecánica gracias a complementos como el diferencial mecánico de deslizamiento limitado que nos ayuda a inscribir mejor el coche en las curvas al bloquear hasta un 15% la rueda que tiende a sacarnos de la trazada. Este carácter deportivo lo encontrará el conductor desde el mismo momento en que entre en el interior y vea su asiento tipo baket que en el reposacabezas lleva bordado el escudo y la numeración de la unidad dentro de la serie. Puede elegir diferentes modos de conducción, incluso uno denominado “race” (carrera), que desconecta todas las ayudas a la conducción para sentir con toda intensidad las reacciones del conjunto. A su derecha, una rueda regula asimismo el mapa motor y la dureza de las suspensiones.
Los dos modelos, Stelvio y Giulia, llevan montado bajo el capó delantero el motor V-6 a 90 grados, de 2,9 litros de cilindrada, que desarrolla una potencia de 520 caballos y se complementa con una transmisión automática de 8 velocidades y levas en el volante. Las diferencias de prestaciones vienen dadas por el peso, que en el caso del Stelvio es de 1.850 kilos y el Giulia esta cantidad se reduce a 1.660kg. Por ello, en el caso del Stelvio la aceleración de 0 a 100 es de 3,8 segundos y de 80 a 120, de 3,0, con una velocidad máxima de 285 por hora. El Giulia eleva su velocidad máxima hasta los 308 por hora y pasa de o a 100 en 3,9 segundos y de 80 a 120, en solo 2,9 segundos.
Alfa Romeo propone como colores de esta serie especial el rojo y el negro, aunque en el Giulia se añade además el blanco. Los precios de esta serie limitada se han fijado en 121.800 euros para el Stelvio y 111.600 para el Giulia. El precio se justifica al tratarse de unas unidades verdaderamente muy excepcionales. Pero lo más difícil será conseguir una de las pocas unidades que llegarán hasta nuestro país.
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