Reino Unido alcanza un hito histórico tras superar los 30GW de potencia eólica instalada

La asociación de las industrias eólica, undimotriz y mareomotriz del Reino Unido ha anunciado una marca insólita: la combinación de la energía eólica y la marina ha alcanzado los 30.299 MW de capacidad operativa.

Esta cifra supone un récord del 46,4% de toda la electricidad que se prodigio en el país británico en 2023, de las cuales un 28,1% pertenece a la energía eólica.

Un objetivo cumplido

Así, con más de 30 GW, las renovables son capaces de reducir más de 35 millones de toneladas de emisiones de carbono a la atmósfera, a la vez que satisfacen la demanda energética de 26 millones de familias en un año.

Esto ha sido gracias a la apertura del parque Viking de SSE Renewables, en el territorio de las Islas Shetland.

Este centro ha contado con un desarrollo que se ha extendido durante más de 15 años y que ha requerido de más de 1.200 millones de libras.

Hoy, cuenta con 103 turbinas, lo que le convierte en uno de los parques eólicos en tierra más productivos del país.

Un impulso a la eólica

Además, también este verano el Gobierno laborista de reciente creación hizo pública su intención de mantener como prioridad el impulso a las energías renovables, concretamente a la eólica terrestre.

De este modo, permitían que la solicitud de instalación de parques eólicos, hasta ahora más difícil que otras, reciban desde entonces el mismo trato que cualquier otra petición, frente a colectivos que se oponen como, por ejemplo, el grupo NIMBY (por sus siglas en inglés “Not in my backyard”, “no en mi patio trasero”).

Además, se ha creado una gran compañía estatal junto al fondo que gestiona el patrimonio de la Corona británica, Crown Estate para impulsar la transición energética a través de inversiones privadas.

Esta nueva empresa recibirá el nombre de Great British Energy y el objetivo del acuerdo es alcanzar el potencial de movilizar hasta 60.000 millones de libras (unos 71.400 millones de euros) en aportaciones privadas para el desarrollo e inversión en proyectos energéticos o la gestión de planes energéticos locales en colaboración con las autoridades y las comunidades rurales, entre otros.

De este modo, Reino Unido sigue apostando por una transición energética que comenzó ya hace más de 3 décadas con la apertura del primer parque eólico terrestre comercial, situado en Cornualles y el primer proyecto eólico marino frente a la costa de Blyth.