Andalucia

Lampedusa, en su obra «El gatopardo», acuñó la idea de que algunas cosas tienen que cambiar para que todo siguiera igual. Se refería al Reino de Nápoles, de los Borbones españoles de los siglos XVIII y XIX, cuando casi media Italia del Sur veía como progresaba el Norte y al final incluso le invadían el Piamonte político, la pujanza de Lombardía, y la estética de la Toscana.

El nuevo Sur sufrió durante más de un siglo las consecuencias de la decadencia, del empobrecimiento del Mezzogiorno por la Unión Aduanera italiana de 1870, de la que derivó la emigración masiva a Argentina. Análogamente, se dijo que Andalucía, como la Italia del Sur, no cambiaría nunca o tardaría en hacerlo, con sus vestigios del latifundismo, caciquismo rural, y fuerzas muy conservadoras. Con el aditivo de fuertes dosis del particular socialismo del PSOE después de la Transición y hasta hace dos elecciones regionales. Cuando casi inesperadamente pasó a gobernar el PP, primero en coalición con Cs, para hacerlo después y ahora el PP en solitario.

Al final, en Andalucía está produciéndose el gran cambio sociológico y económico, con una Administración Pública más liberal, más eficiente, sin los exclusivismos de antaño, con toda clase de derivaciones negativas que hemos visto incluso en la burda y nociva manipulación de los EREs.

El gobierno pepero de Juanma Moreno Bonilla está realizando ese cambio importante de la segunda más extensa región de España, la más poblada, y con un desarrollo en los últimos tiempos que premoniza una situación mucho más brillante. Los parques tecnológicos de Sevilla, y sobre todo de Málaga, los desarrollos portuarios del Mediterráneo y del Atlántico, la mejora de toda clase de circuitos, en un clima empresarial y fiscal muy distinto, están permitiendo la emergencia de la nueva Andalucía.

La supresión del impuesto sobre el patrimonio, y la apertura por la Junta de una Agencia de inversiones de capital, con sede en Barcelona y para nuevas empresas en el Sur, son los signos más destacados del inmediato futuro. Enhorabuena, hermanos andaluces...