El Tren Histórico de Arganda del Rey se vuelve a poner en marcha

Un tren con historia que asombra. Con 138 años, es el único ferrocarril a vapor en la Comunidad de Madrid (sólo 5 en toda España). Cruza el Jarama por el puente metálico de ferrocarril más largo de toda la Comunidad de Madrid y en su recorrido se pueden ver, entre otras maravillas, los Cantiles del Piul, formaciones rocosas caprichosas que nos trasladan al lejano Oeste, o la laguna del Campillo, refugio de flora y fauna.

Con locomotoras y coches centenarios, se realizan los oficios y tareas del ferrocarril de antaño: maquinista de vapor, fogonero, guardafrenos, jefe de tren, jefe de estación… El conde de Romanones viajó en él a menudo y se dice que invitaba con frecuencia a Alfonso XIII al coche Salón.

Y es que el ferrocarril turístico-histórico del Arganda del Rey, el único a vapor de la Comunidad de Madrid y uno de los cinco de España, ha retomado su temporada.

En1886 se inauguró la línea Madrid-Arganda, de 27Km., de longitud. A lo largo de la historia del Ferrocarril la línea llegó a tener 161 Km. con 27 estaciones, siendo la del Niño Jesús (Madrid) la de origen y Alocén (Guadalajara) la más alejada. Este ferrocarril fue muy utilizado por las gentes de la zona, llegando formar parte del acervo popular al dedicarle el conocido pareado “El Tren de Arganda … que pita más que anda”.

El Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM) restauró la locomotora “Arganda” e inició en el 2003 el recorrido actual del “Tren de Arganda”. Posteriormente, restauró más material como las locomotoras, coches y vagones que forman parte de las composiciones actuales.

El recorrido que se mantiene del trazado original es de unos 3,5 km y comienza en la Estación de Poveda. Al poco se llega al impresionante puente metálico sobre el río Jarama, 175 m. de longitud, único puente ferroviario de estas características que existe en la Comunidad de Madrid. Una vez cruzado el rio, con unos 1.500 m de trayecto ya recorrido, nos encontramos con los magníficos Cantiles del Piul, los cuales nos seguirán acompañando hasta llegar al apeadero de la Laguna del Campillo, final de trayecto.

El tiempo del viaje de ida y vuelta es de unos 45 minutos a una velocidad media de unos 15 km/h.