Vivienda

¿Por qué los nuevos edificios son todos en blanco y negro?

Los bloques residenciales de revestimiento blanco, negro o blanco y negro, brotan por doquier. Especialmente en los nuevos barrios

Construcción de viviendas en la Comunidad de Madrid
Construcción de viviendas en la Comunidad de MadridEuropa Press

Se ha convertido en una moda. Y tiene muchos adeptos y entusiastas. Si nos damos un paseo por la mayoría de las ciudades de España, lo más que probable es que nos topemos con el mismo paisaje urbano: edificios residenciales blancos y negros. Los colores han dejado paso a ese estándar constructivo entre los bloques de obra nueva.

Ni siquiera las particularidades regionales inciden en ese cambio de estética. Tampoco parecen "afectarles" los edificios que se levantan en las cercanías, por aquello de no desentonar estéticamente. La "dictadura" del blanco y el negro se hace presente por doquier.

Respecto a la razón del triunfo de esta tendencia arquitectónica y urbanística, se agolpan las teorías. Una de ellas es económica, cómo no, pues la proliferación de materiales más baratos, los cuales se suelen producir siempre en estos colores, hacen ventajoso para las constructoras trabajar en esas "tonalidades"... o ausencia de tonalidad. Más allá de las preferencias de los propietarios, en este caso las empresas constructoras, muchos buscan también una imagen y un diseño minimalista basado en colores neutros y contrastes que dan una apariencia elegante y sofisticada. Algo parecido a lo que podemos encontrar en los portales inmobiliarios, donde las recreaciones por ordenador o la decoración de interiores pocas veces rompen la norma de los colores blancos o tonalidades claras, que rara vez oscurece ese café con leche -con mucha leche- que marca el canon decorativo imperante.

Asimismo, otros apuntan a la necesidad de trabajar con este blanco y negro por la funcionalidad, por su mantenimiento y con la eficiencia energética. Una cuestión tan de relevante hoy en día ante los desafíos medioambientales. Y es que el blanco destaca visualmente, refleja la luz del sol y contribuye a reducir la carga térmica en el interior de las viviendas, disminuyendo la necesidad de refrigerarlas en los cálidos veranos. Por otra parte, a esto se le añade que los colores oscuros, y especialmente el negro, muestran menos los restos de suciedad, con lo que el mantenimiento se abarata. Sea como fuere, la moda de los edificios en blanco y negro es tendencia. Y ha llegado para quedarse tiempo. Tanto como para cambiar la imagen de las zonas nuevas de ciudades como Madrid.