Fórmula 1
Red Bull vuelve a a hacer de las suyas en Madrid
El corazón de la capital vivía ayer el ShowRun de la escudería RedBull, protagonizado por Checo Pérez, en la semana que se ha confirmado el Gran Premio de Madrid
Es el rey de los eventos. Red Bull volvió ayer a hacer de las suyas en la capital, con un impresionante despliegue de medios. Nadie sabe paralizar una ciudad como lo hace este gigante de la comunicación y el marketing, que desde hace años cuenta con una escudería en el Mundial de Fórmula 1.
Hace semanas se anunciaba que el ShowRun de RedBull, en el que un Fórmula 1 atraviesa el pleno centro de las ciudades más importantes del mundo, llegaría este verano al corazón de Madrid. El piloto mexicano Checo Pérez, que actualmente ocupa el segundo puesto en la clasificación del Mundial de Fórmula 1, ya había pilotado por el centro de Ciudad de México o Guadalajara, pero como afirmó ante los miles de madrileños que se acercaron ayer al Ayuntamiento, «mi sueño era pilotar en Madrid».
Pero el mexicano, si sigue dentro de tres años en la parrilla, también podrá cumplir su sueño de forma oficial. Esta misma semana, desde IFEMA confirmaban que la ciudad de Madrid contará con su propio Gran Premio en el Mundial de Fórmula 1. En la actualidad, España solo cuenta con el de Barcelona. Esto va en coherencia con la gran implicación institucional que tuvo el evento de ayer, impulsado también por la Comunidad de Madrid y el propio Ayuntamiento, que aparecía radiante en cada plano de la realización.
Pero ayer también era la tarde de RedBull, y el gigante de las bebidas energéticas quiso exhibir toda su artillería. Los primeros protagonistas de la tarde fueron los streamers que participaron en la carrera de karts. El popular streamer GrefG, esponsorizado por RedBull, el creador de contenido Plex o el actor Yon González, fueron algunos de los componentes de la parrilla. En lo más alto del podio acabó el piloto Dani Clos, como era de esperar.
Después fue el turno de los freestylers Arkano y Errecé. Desde RedBulll aprovecharon así para promocionar la Final RedBull Batalla del próximo 27 de julio, que acogerá la ciudad de Valencia. La marca también ha dejado su huella desde hace tiempo en la cultura urbana. Ambos raperos interactuaron con parte del público, a quienes les pidieron que les ofrecieran una temática en forma de pregunta, a partir de la cual comenzaron a improvisar. Aunque el público fue entrando en calor, se notaba que lo que todos esperaban era poder escuchar el sonido ensordecedor del motor Honda del RedBull.
En la zona VIP se pudo distinguir a multitud de influencers y famosos, como el actor Álex González o el seis veces campeón de Moto GP Marc Márquez junto a su hermano Álex. Nadie se quería perder una cita inolvidable para los amantes del motor. También hizo su aparición el mítico piloto de rallys Dani Sordo.
Llegaba el momento más esperado. En la rueda de prensa, Checo Pérez ya había dejado claro que Madrid es una de las ciudades donde siempre había soñado con ganar carreras: «Me encantaría una carrera en Madrid. Creo que son especiales los circuitos urbanos, sería bueno agregar más al calendario. Se vive un ambiente muy especial cuando vamos, sobre todo como el que se puede dar en ciudades como esta. Estoy muy contento de estar aquí. No es como estar en México, pero es como estar en casa».
Durante su entrevista «a pie de pista» el piloto reconoció que esta mañana sus hijos habían visto el camión que transportaba el coche en carretera, mientras gritaban: «El coche de papá». Así RedBull, llevaba promocionando toda la semana su evento por toda la Comunidad de Madrid y en la exposición oficial de Fórmula 1.
No era un pájaro, no era un avión. Como reza su mítico claim, RedBull te da alas, y como afirma uno de los lemas más famosos de Madrid: «De Madrid al cielo». Y así lo surcó ayer el campeón del mundo de parapente acrobático. En los eventos de estas bebidas nunca puede faltar el guiño a los deportes extremos. Por si fuera poco, este atleta del aire, desde el cielo le entregaba a Checo Pérez el volante de su monoplaza. Puro show.
Solo unos minutos después, por fin rugía el RB7 del mexicano de 33 años. No se trataba de su RB19, que también pilota el campeón del mundo Mas Verstappen. Este nombre se debe a las iniciales de la escudería y el número de temporadas que acumulan en el Mundial. Así aprovechaba RedBull el fin de semana sin Gran Premio, tras Silverstone. Antes del parón estival, ambos pilotos competirán en Hungría y Bélgica.
El mexicano, reconoció que «siento que la Fórmula 1 vive su mejor momento de popularidad desde que comencé mi carrera profesional». Muchos expertos aseguran que la serie documental de Netflix sobre el Mundial ha sido uno de los factores del resurgir de este deporte. En concreto, en España, el regreso de Alonso a la Parrilla, la gran competitividad de su Aston Martin y la consolidación de Carlos Sainz en Ferrari, son los argumentos de mayor peso. Incluso ayer, se podía leer el número 33 desde algunos ángulos.
Pero no hay show que pueda eclipsar el imponente rugido de un fórmula 1. Escuchar la aceleración de un monoplaza en directo es una experiencia única. Es parecido a la primera vez que se vive una mascletá. Algo para lo que nuestros oídos no están genéticamente diseñados. El mexicano hizo las delicias de los aficionados que se acercaron a Cibeles, con una auténtica exhibición de derrapes y trompos.
Madrid vivía así una de sus grandes tardes del verano 2023, un verano que a falta de fútbol o grandes competiciones deportivas, está aprovechando para ofrecer los mejores eventos posibles para quienes aún no se han escapado a la playa. Porque a pesar del calor, Madrid ha echado el resto en este trimestre. Solo hace dos días Harry Styles daba uno de los conciertos del año, mientras que en unas semanas el Civitas Metropolitano celebrará la final de la Kings League, con artistas invitados de la talla de Manuel Turizo. No hay que olvidar que en el mismo estadio, hace solo unas semanas, Ibai Llanos organizaba la Velada del Año III, con un cartel de artistas urbanos internacionales difícil de igualar.
El RB7 hizo hasta tres salidas al circuito urbano que recorría el Paseo de Recoletos. El mexicano se fue parando en distintas zonas del circuito para que todos los asistentes contemplasen de cerca su monoplaza. Su última aparición en el recorrido fue pasadas las once de la noche, con el cielo ya cerrado. La iluminación de la Plaza de Cibeles regaló estampas inolvidables con la diosa de fondo. Un marco incomparable.
Los pilotos Cristina Gutiérrez y Driftbrothers también participaron en la exhibición durante los descansos del mexicano, con una auténtica exhibición de drifting. Anoche el corazón de Madrid bombeó gasolina, en un espectáculo completo que culminó por todo lo alto. Lo que parecía que iba a ser una tarde emocionante, acabó convirtiéndose en una de las noches más inolvidables de la capital, cuando el calor dejó de azotar. Los madrileños confirmaron así que esperan con pasión el aterrizaje de la Fórmula 1 en su ciudad.
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