Solidaridad
Interioristas en Acción, los otros héroes de la DANA
Raúl (desde Madrid) y David lideran la remodelación de las casas de las familias más golpeadas por la catástrofe de Valencia
Ya en pandemia varios decoradores de interiores decidieron crear un proyecto solidario que ha visto en la DANA de Valencia la oportunidad para consolidarse y tener un mayor impacto. Con almacenes distribuidos entre Madrid, Navarra y Barcelona, coordinan todas las ayudas y materiales en un punto logístico de la Feria de Valencia, en Paterna, de más de 11.000 metros cuadrados. Allí, Interioristas en Acción gestiona todas las colaboraciones y donaciones que han recibido en estas semanas por parte de empresas privadas. Cada compañía aporta en aquello que pueda sumar, ya sea con materiales, mano de obra, financiación o logística. «Estamos involucradas más de 200 personas, que estamos dedicando nuestras horas libres a este proyecto», comparte Raúl.
Hasta ahora, han estado muy enfocados en intentar aprovechar el estallido de solidaridad para atraer la mayor cantidad de donativos posibles, antes de que se vaya apagando con el paso de las semanas. Sin embargo, no todo estará resuelto para entonces. «En algunos pueblos ni siquiera han podido volver los niños al colegio y muchos garajes están aún anegados», comparte David desde allí.
El segundo paso consiste en priorizar toda las solicitudes de ayuda y darle salida de la forma más ágil y justa posible. En esta organización recurren a la declaración de la renta de los afectados: «Sabemos que es algo controvertido, pero pensamos que es la forma más objetiva de hacerlo, priorizar la necesidad según las rentas más bajas. También tenemos en cuenta factores como familias numerosas, niños o ancianos y personas dependientes o en riesgo de exclusión social. También analizamos las dimensiones de la casa o las condiciones de habitabilidad. Después de este proceso, la intervención es rápida, en menos de una semana podemos estar allí con todo el despliegue».
Reconocen que aunque al principio pensaron en montar su propia fundación, para evitar alargar los plazos y no aumentar el presupuesto, optaron por asociarse a la fundación FDI, que opera con entidades como Iberdrola o Indra. Desde Interioristas en Ación reivindican la solidaridad de las empresas privadas, «a las que tantas veces se juzga y se estigmatiza, pero que siempre están las primeras cuando se las necesita». «La logística privada ha demostrado ser más ágil y menos burocrática que la administración pública», añaden.
Además, en esta organización han promovido la creación de sinergias con todo tipo de empresas, ejerciendo como mediadora, llegando no solo a preocuparse del interior o el amueblado, sino incluso también de las instalaciones de la luz donde haya hecho falta. Por si fuera poco, este grupo de interioristas ha decidido apostar por la transparencia total, permitiendo a cada donante saber dónde y en qué obra se ha destinado su donativo o aportación. Con todo ello, definen este tipo de iniciativas como «voluntariado corporativo», no niegan que este tipo de actividades solidarias tenga un retorno positivo en la imagen de las empresas que participan, pero tampoco, que a cambio fomentan la concienciación social en millones de personas, más allá del importe que donen.
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