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Cuatro escapadas otoñales a menos de una hora de Madrid

El Bosque de la Herrería, Rascafría y el Valle de El Paular, el embalse de San Juan y Chinchón son destinos que combinan historia, naturaleza y gastronomía

Monasterio de El Paular
Monasterio de El PaularRascafría

El otoño convierte a Madrid y sus alrededores en un mosaico de paisajes dorados y temperaturas ideales para el turismo de cercanía. A menos de una hora en coche, se pueden visitar diversos destinos que combinan historia, naturaleza y gastronomía. Aquí presentamos cuatro lugares imprescindibles para una escapada otoñal.

1. El Bosque de la Herrería, San Lorenzo de El Escorial

Este paraje, ubicado junto al emblemático Monasterio de El Escorial, ofrece un recorrido mágico en plena Sierra de Guadarrama. El Bosque de la Herrería es ideal para una caminata tranquila entre robles, fresnos y castaños que se tiñen de colores intensos durante el otoño. Los senderos, accesibles para todas las edades, llevan hasta la Silla de Felipe II, una roca tallada que se dice fue usada por el rey para observar las obras del monasterio. Desde allí, las vistas sobre el valle son impresionantes, especialmente al atardecer. Al terminar el paseo, es fácil encontrar restaurantes en el pueblo donde degustar platos típicos de la sierra.

2. Rascafría y el Valle de El Paular

A poco más de 50 kilómetros de Madrid, el municipio de Rascafría es un refugio natural de paz y belleza. El Valle de El Paular es el principal atractivo: el Monasterio de Santa María de El Paular, fundado en 1390, y el Puente del Perdón, un histórico puente de piedra sobre el río Lozoya, son puntos que no pueden faltar en el recorrido. Los amantes de la naturaleza pueden aventurarse por la ruta del Bosque de Finlandia, una zona inspirada en los paisajes nórdicos, con un pequeño lago rodeado de pinos y abedules. Este lugar permite desconectar por completo y disfrutar de la calma que envuelve al otoño en la sierra.

3. El Embalse de San Juan, San Martín de Valdeiglesias

A diferencia de otros embalses de la comunidad, el de San Juan, conocido como “la playa de Madrid”, permite el baño y deportes acuáticos incluso en otoño, cuando el turismo se reduce y el entorno recupera su tranquilidad natural. Rodeado de pinos y encinas, es perfecto para una excursión de día, combinando un paseo por sus orillas con una parada para almorzar en alguna de las áreas recreativas cercanas. Además, San Martín de Valdeiglesias, el pueblo más cercano, alberga el Castillo de la Coracera, una fortaleza del siglo XV donde los visitantes pueden sumergirse en la historia medieval.

4. Chinchón y su Plaza Mayor

Con su inconfundible arquitectura, Chinchón es un destino clásico a cualquier época del año, pero en otoño, la luz suave realza el encanto de sus calles empedradas y su Plaza Mayor, rodeada de balcones de madera pintados de verde. Este municipio, a solo 45 minutos de Madrid, ofrece la oportunidad de degustar productos locales, como los famosos ajos de Chinchón, y disfrutar de su cocina tradicional. En otoño, además, Chinchón celebra la vendimia, y es posible visitar algunas de las bodegas locales. Una opción ideal es terminar la jornada con una cena en alguno de los restaurantes con vistas a la plaza.