Asamblea

Begoña Gómez elude dar explicaciones en la Asamblea sobre su cátedra en la Complutense

Se acoge a su derecho a no declarar por la "intencionalidad política" de la comisión

Llegó, pronunció un discurso de un minuto y se marchó de la Asamblea de Madrid sin aclarar nada esquivando al menos 70 preguntas de los grupos parlamentarios. La esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eludió dar explicaciones en la Asamblea de Madrid, en la que estaba citada a comparecer hoy, a las 10:00 de la mañana, sobre su Cátedra de Transformación Social y Competitiva.

La comisión buscaba esclarecer si hubo trato de favor en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en relación con Begoña Gómez y las posibles irregularidades en la concesión de cátedras y másteres, pero la mujer del presidente del Gobierno no despejó dudas. Las preguntas de los grupos parlamentarios, principalmente PP y Vox, fueron lanzadas una tras otra, sin solución de continuidad y, como si chocaran contra un frontón, fueron rebotando y encontrando el silencio por respuesta de una Begoña Gómez hierática e impertérrita ante lo que se le planteaba.

La presencia de Gómez era obligatoria, pero se acogió a su derecho a no declarar, en la sala Caserón de San Bernardo de la Cámara. "Todo esto tiene un objetivo político evidente, solo tiene que fijarse en la lista de denunciantes, y por esta razón, y aconsejada por mi letrado, me voy a acoger a mi derecho a no responder a sus preguntas, tras cumplir con mi obligación de comparecer en esta comisión. Más pronto que tarde, la verdad pondrá las cosas en su sitio”, sentenció con templanza y rotundidad. Lo dijo tras arremeter antes contra la comisión a la que había sido invitada a comparecer, "la colección de denuncias judiciales y cantidad de bulos y difamaciones".

En un minuto de intervención, Gómez puso en valor su labor profesional "labrada con mucho esfuerzo y con mucha dedicación". Y después abundó en el asunto: "Desde hace 25 años trabajo en consultoría y docencia. He coordinado equipos, he dirigido proyectos, he asesorado a más de medio centenar de profesionales en el sector privado y en el tercer sector", puntualizó. Para contar, a renglón seguido, que hace doce años que inició una colaboración con la universidad Complutense en Madrid como codirectora de un máster de títulos propios para formar a profesionales especializados en proyectos sociales y de sostenibilidad. Es en el 2020 cuando esta colaboración se amplía con la creación de una cátedra extraordinaria, que es una práctica habitual dentro de las universidades públicas”.

Arrancó la comisión con el Grupo Popular, con Mercedes Zarzalejo como portavoz, quien planteó a Gómez una veintena de preguntas en cascada convertidas casi en proclama: "cómo ejerció de profesora universitaria sin serlo, cómo pudo ser la directora de una cátedra sin titulación ni méritos para ello, cómo logro dirigir unos másteres de los que ni siquiera podría haber sido alumna, cómo consiguió financiar una cátedra de nueva creación con unos fondos muy superiores al del resto de las cátedras universitarias de la Complutense, por qué, parece ser, que se apropió de un software con el dinero de todos los madrileños y por qué abusó" de su condición de esposa de presidente del gobierno para impulsar una carrera profesional que, hasta entonces nunca había tenido". Silencio por respuesta. Y eso llevó a Zarzalejo a criticar el mutismo de la compareciente: "Solo puede justificarse por dos cosas: o bien, ante tantas evidencias, no tiene defensa; o bien, tiene una falsa".

Vox tomó el relevo dispuesto a disparar otras 47 preguntas a Gómez que tampoco encontraron respuesta: “¿A cuántos cargos de instituciones, a cuantas empresas públicas, a cuántos rectores de universidades madrileñas llamó Pedro Sánchez hasta conseguir colocarla al frente de los lucrativos negocios que coordina desde La Moncloa?”, planteó entre otras muchas preguntas. Y acabó sentenciando: “Su único mérito era ser esposa de Pedro Sánchez (…) El autor de esta trama intelectual es su marido que, como número uno de la trama, la ha utilizado a usted como testaferro”.

El Grupo Socialista, con Marta Bernardo como portavoz, se dedicó a ensalzar la profesionalidad de Gómez y criticó a Díaz Ayuso y al Grupo Popular por haber montado un "show" con esta comparecencia y no permitir otra comisión para investigar las muertes en las residencias durante la pandemia. Un asunto que encontró respuesta en la Puerta del Sol por parte del Consejero de Presidencia, quien lamentó que se usara el dolor de las familias de los fallecios en residencias “para tapar las vergüenzas” de la esposa del presidente.

Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, tuvo que ser llamada al orden por la presidenta de la Comisión, hasta el punto de retirarla la palabra, al considerar que estaba haciendo "un alegato sobre lo que le parece y no el objeto de la comisión". "Esta comisión es un show para tapar la gestión negligente de Ayuso", sentenció. Y acabó trayendo a colación "la infrafinanciación de las universidades, la privatización de los campus y hasta los muertos en las residencias durante la pandemia", tras matizar que cátedras extraordinarias como la de Begoña Gómez, suponen el 0,02% del presupuesto.

Aunque su asistencia era obligatoria, el hecho de que no declarase no evitó, sin embargo, que Gómez tuviera que poner los pies en la Asamblea a cuenta de la comisión impulsada por el Grupo Popular, ni toda la expectación mediática que amplifica el caso de cara a la opinión pública. Gómez está siendo investigada por el titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción, además de apropiación indebida del software de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e intrusismo profesional.

El portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea y senador, Juan Lobato, hizo de cicerone de Begoña Gómez durante su efímero paso por la Asamblea: bajó al aparcamiento a recibir a la esposa del presidente, la acompañó hasta la sala a la que debía acudir y después envió un mensaje al presidente del Gobierno para explicarle que todo había salido correctamente, tal y como contó él mismo a los medios. En la comitiva también se encontraba Antonio Camacho, abogado de la esposa del presidente del Gobierno y exministro socialista y otros miembros del grupo parlamentario. Lobato criticó la finalidad "política de la de una comisión que no intenta ayudar a la gente sino perseguir a los socialistas". "Es un show del PP que tenía interés en la expectación y la foto".