Memoria Histórica
El Ayuntamiento reclama «seguridad» en la parcela donde se busca a los brigadistas internacionales
Personal municipal vio a personas con linternas en la zona la noche de los primeros sondeos, el pasado martes
Es posible que en los terrrenos del proyectado cantón de limpieza de Montecarmelo haya restos de voluntarios extranjeros de la Guerra Civil, puesto que el cementerio de Fuencarral era el que se usaba para enterrar a los miembros de las Brigadas Internacionales que morían en combate en la capital. Un registro de inhumación de tumbas llegó a contabilizar 451 miembros de más de 20 nacionalidades. Pero era un camposanto donde había además enterramientos comunes y también de víctimas de la represión.
El empeño de las asociaciones memorialistas, con el apoyo del Gobierno, logró que el Ayuntamiento de Madrid paralizara la construcción del complejo a expensas de realizar una prospección en la finca para certificar que en ella se encuentran los cuerpos, una tarea en la que ha insistido la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI), aunque también se opone a la ubicación una plataforma vecinal, en este caso por la cercanía de dos colegios y las molestias que, en su opinión, causarían el tráfico de camiones y los malos olores.
Los trabajos para localizar a los voluntarios extranjeros dieron comienzo este martes. Ayer, un día después de que arrancaran las catas y prospecciones arqueológicas encargadas a la sociedad Arqueoantro, el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, señaló que, de no encontrarse restos de brigadistas en las zonas donde se ha autorizado buscarlos, desde Memoria Democrática se plantearían pedir al Gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida que les dejaran intervenir en otras partes de la parcela. Y es que los restos de más de 400 brigadistas internacionales yacieron en ese cementerio entre 1936 y 1937, pero en 1941 fueron «arrojados» en «algún lugar de esta parcela de nueve hectáreas», según explicó a los medios Andrés Chamorro, miembro de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales, informa Efe.
El Gobierno se plantea pedir permiso para intervenir en otro terreno aledaño al cantón de limpieza previsto
No obstante, Fernando Martínez, a quien acompañaban concejales del PSOE, encabezados por su portavoz, Reyes Maroto, aseguró que tiene «esperanza» en que los trabajos arqueológicos determinen que se encuentran donde han empezado a rastrear.
Mientras, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha remitido una carta al secretario de Estado de Memoria Democrática para pedirle que tanto el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática como Arqueoantro adopten las medidas «necesarias» para garantizar la «seguridad» en el terreno de las prospecciones.
En la misiva, Carabante argumenta que sobre las 23:30 horas de la noche del martes un trabajador municipal «pudo comprobar» que «varias personas» equipadas con linternas «se encontraban dentro de la cinta de delimitación» de los trabajos, concretamente en el lugar en el que ya se ha abierto la zanja. Además de afirmar que estos hechos han sido puestos en conocimiento de la Policía Municipal, el delegado del PP señala que al ser una zona de obras «es preciso garantizar que se cumplan las condiciones de seguridad y salud en el trabajo» y «evitar que personas ajenas puedan sufrir lesiones».
«Por otra parte, se trata de una excavación arqueológica, y las personas ajenas a la investigación que estaban allí podrían alterar, consciente o inconscientemente, los elementos existentes removiéndolos, cambiándolos de lugar o incluso extrayendo algunos o incorporando otros. Hechos como estos podrían restar fiabilidad a los hallazgos que se hagan y a las conclusiones que se alcancen», denuncia Carabante.
El responsable de Medio Ambiente advierte de que la autorización municipal de ocupación de estos terrenos establece una serie de condiciones, recordando que la asociación Arqueoantro «será la responsable de cuantos daños puedan producirse».
Por su parte, Javier Iglesias, director antropólogo de Arqueoantro, explicó a los medios que al empezar a cavar se han encontrado con un «problema» que está «dificultando un poco» la prospección: casi dos metros de profundidad de escombros de obra y de residuos modernos como plásticos.
Carmena ejecutó obras en 2017 sin estudio previo
En agosto de 2017, hace ahora cinco años, el Gobierno municipal de Manuela Carmena ejecutó obras en el cementerio de Fuencarral sin realizar ningún tipo de investigación previa y estudio arqueológico que sirviesen para comprobar la existencia de una fosa con los cuerpos de los brigadistas internacionales. El Ayuntamiento gobernado entonces por Ahora Madrid (actual Más Madrid) con el apoyo del PSOE realizó un total de 11 intervenciones sin tener en cuenta la posible existencia de la fosa que ahora se está buscando.