Exposición
Picasso revive en el Mnac
El museo barcelonés amplía sus fondos con la incorporación de obras realizadas por el artista en su juventud
El Museu Nacional d'Art de Catalunya (Mnac) sigue con su inteligente política de reiventarse y llenar esos huecos que son necesarios para explicar con rigor la historia del arte catalán y la historia del arte en Cataluña.
El Museu Nacional d'Art de Catalunya (Mnac) sigue con su inteligente política de reiventarse y llenar esos huecos que son necesarios para explicar con rigor la historia del arte catalán y la historia del arte en Cataluña. Dentro de esta línea, la pasada semana el Mnacpresentó algunas novedades en su colección permanente con la incorporación a la sección de arte moderno de tres obras de Picasso y un apartado de la segunda vanguardia.
La colección de arte moderno del museo del Palau Nacional permite realizar un completo recorrido por el arte cgatalán de las primeras décadas del siglo XX: desde el modernismo hasta la aparición del Dau al Set en los años de la posguerra, pasando por el Noucentisme, la eclosión de las vanguardias y el estallido de la Guerra Civil, el hecho que acabó con todas las aspiraciones creativas y humanistas de la época. Para poder trazar ese discurso se cuenta con un total de 1.200 obras de 260 artistas que, según apuntó la pasada semana el director del museo, Pepe Serra, ofrecen «un relato sobre el nacimiento de la modernidad y el papel que juegan en ella el arte y los artistas».
Para Serra, estas novedades coinciden con las tres líneas de actuación del museo: «Formación de la colección de arte de la posguerra y la segunda vanguardia, período que se extiende entre 1940 y 1980; enriquecer el relato del siglo XIX y primera mitad del XX con nuevas lecturas, rotaciones de obras y la incorporación de las obras de los grandes artistas catalanes vinculados con las vanguardias internacionales, y abrir la colección a los artistas contemporáneos».
En esta nueva etapa en las colecciones del museo sobre el arte del siglo XX, Pablo Picasso tiene un peso significativo. Todo ello es consecuencia de la implicación del museo barcelonés que tiene el nombre del genio malagueño y que ha cedido tres piezas importantes. Tienen en común, además de su origen, el hecho de haber sido pintadas por el joven Picasso durante sus años de formación en Barcelona. Se trata de «Autorretrato» (1896), «Academia» (1896-97) y «Copia parcial de Estudio de Arcadi Mas» (1895-96), que se exhibe junto con el original (1878). Para Serra, «esta colaboración con el Museu Picasso ha de ser algo normal y habitual» y ha anunciado que próximamente se dará a conocer otra cesión temporal de la Fundació Miró.
De esta manera, el Mnac recupera la faceta de Picasso como pintor de academias, una temática que cuenta con un espacio propio en este centro con piezas de maestros de la talla de Nonell, Fortuny, Caba o Gimeno, entre otros. Esta línea fue recuperada recientemente con la redefinición de las salas dedicadas a las salas de los siglos XIX y XX. De esta manera se quiere visualizar la labor del artista que aprende su oficio en la academia. El estudio del cuerpo humano es el tema más frecuente y en una de las piezas picassianas, «Academia» –un estudio del cuerpo desnudo de un anciano– se visualiza con mano maestra.
A Picasso le interesó el arte catalán. Está muy estudiada su fascinación por la producción de los grandes maestros modernistas, especialmente Santiago Rusiñol y Ramon Casas, pero no se puede olvidar su aproximación a Arcadi Mas, a quien copia en una pieza que ahora cuelga en el Mnac junto con el original del artista catalán. Todo ello ayuda a introducir el nombre de Picasso en el Mnac.
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