Belleza
¿Debemos exfoliarnos la cara si tenemos manchas?
La exfoliación facial es un paso esencial, pero ¿qué pasa si tenemos manchas en la piel?
La exfoliación facial es un paso clave en el cuidado de la piel. De hecho es uno de los pasos de la rutina de 'skin care' que debemos tener en cuenta. El exfoliante se utiliza siempre después de limpiar la piel y antes del tónico, por lo que el orden de los productos en la rutina de cuidado facial sería limpieza (o doble limpieza), exfoliación, tónico, sérum, hidratante y protección solar. Para exfoliar la piel correctamente debemos limpiarla en profundidad antes de aplicar el exfoliante. Aplicamos y masajeamos suavemente por todo el rostro, a continuación enjuagamos y eliminamos cualquier resto de exfoliante que quede en la piel. Hasta ahí todo bien, pero ¿qué sucede si tenemos manchas en la piel?
La exfoliación facial es un paso esencial, ya que favorece la eliminación de células muertas que se acumulan en la superficie de la piel. Además, al limpiar los poros de las células muertas y el exceso de sebo, la exfoliación reduce la probabilidad de que se formen espinillas, puntos negros y otras imperfecciones. También ayuda a mantener una piel más lisa y uniforme, estimulando el proceso natural de renovación celular, que —a su vez— favorece la mejora de la absorción de los productos posteriores. Sin embargo, hay gente que piensa que si tenemos manchas faciales, la exfoliación puede empeorarlas debido a la hiperpigmentación postinflamatoria o al aumento de la sensibilidad.
¿Debemos exfoliar la cara si tenemos manchas?
La respuesta es un rotundo sí, pero sin olvidar la protección solar. "En realidad, cuando se tienen manchas, es cuando más conviene exfoliarse. El motivo está en que promueve la regeneración de la piel y elimina las capas más pigmentadas de piel muerta superficial, ayudando a tener un rostro más uniforme", explica Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. Y es que la creencia de que no debes exfoliarte si tienes manchas es un mito urbano que considera que te aparecen más. Como asegura Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, "esto solo ocurre cuando te exfolias y no usas SPF, ya que la piel está más sensible a la radiación".
De hecho, el no exfoliarnos no es cuando tenemos manchas, sino cuando tenemos la piel sensibilizada. La exfoliación debe hacerse en pieles que no estén alteradas. "En pieles sanas y equilibradas, una exfoliación habitual es clave para reducir la pigmentación, combinado además, idealmente, con retinoides", matiza Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza.
Por su parte, Lara González, cosmetóloga en Byoode, sostiene que la exfoliación más efectiva para las manchas es la química, a través de hidroxiácidos como la gluconolactona, los ácidos láctico o glicólico, que promueven la regeneración celular del tejido. Para asegurarnos de que la piel está en condiciones, cuando exfoliemos, convendrá reforzar la barra de la piel para asegurar que esté protegida. "Ingredientes como los compuestos de setas, el escualano o las ceramidas pueden beneficiarnos", sentencia Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari.
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