Tensión en Europa del Este
Polonia blinda sus fronteras en mitad de las maniobras militares de Bielorrusia
Varsovia envía 1.000 efectivos adicionales en plena escalada de las tensiones con Minks tras la llegada de los mercenarios de Wagner
Polonia efectuará en las próximas horas un despliegue adicional de 1.000 efectivos en la frontera con Bielorrusia en plena escalada de las tensiones en la zona. Así lo anunció el lunes el viceministro polaco de Interior, Maciej Wąsik, quien informó de la petición remitida al Ministerio de Defensa por parte del comandante en jefe de la Guardia Fronteriza polaca, que alertó de la incursión en su espacio aéreo de dos helicópteros militares bielorrusos la semana pasada. Entonces, el Ministerio de Defensa ya envió 500 policías para engrosar el contingente de vigilancia en la divisoria. Sin embargo, en esta ocasión, el refuerzo responde al inicio de unas maniobras militares en la triple frontera con Lituania por parte del Ejército del autócrata bielorruso Alexander Lukashenko.
El Ministerio de Defensa de Bielorrusia anunció que los simulacros que comenzaron el lunes se basan en las experiencias de «la operación militar especial», el término con que Rusia se refiere a la invasión de Ucrania. Las maniobras incluyen el «uso de aviones no tripulados, así como la estrecha interacción de las unidades de tanques y fusiles motorizados con unidades de otras ramas de las Fuerzas Armadas». No está del todo claro si participan los mercenarios de Yevgueni Prigozhin, estacionados en un campamento cerca de Asipovichy, una ciudad a 230 kilómetros al norte de la frontera ucraniana, de acuerdo con los blogueros militares vinculados a Wagner.
Varsovia denuncia la presencia en territorio bielorruso de un contingente de mercenarios de Wagner de entre 4.000 y 8.000 combatientes. Al menos un centenar de ellos había sido detectado por la inteligencia polaca en un punto cercano a la frontera de Suwalki, una franja de terreno en la que coinciden las fronteras de Polonia, Rusia, Bielorrusia y Lituania.
Los ejercicios tuvieron lugar en la región bielorrusa de Grodno, cerca de la llamada brecha de Suwalki, una franja de terreno escasamente poblada de 96 kilómetros a lo largo de la frontera entre Polonia y Lituania. Une los tres países bálticos de Lituania, Letonia y Estonia con el resto de la alianza de la OTAN y separa Bielorrusia de Kaliningrado, un enclave ruso fuertemente militarizado en el mar Báltico que no tiene conexión terrestre con Rusia. Como respuesta a esta acción, Vilna y Varsovia han blindado sus fronteras.
En total, más de 5.000 efectivos de la Guardia Fronteriza, 2.000 soldados, 500 policías de unidades antidisturbios y un número variable de miembros de la Fuerza de Defensa Territorial, un grupo paramilitar de voluntarios, están desplegados en la frontera. Además, el titular de la cartera de Defensa Mariusz Błaszczak ordenó hace unos días el traslado de varios helicópteros de combate a bases próximas.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo que eran de esperar «nuevas provocaciones en la región» por parte de Minsk con el objetivo de «provocar tensión e inestabilidad en el flanco Este de la OTAN». «Los rusos están poniendo a prueba la capacidad de reacción de Polonia y de sus aliados», señaló Morawiecki en referencia a la acogida de Wagner y el envío de inmigrantes que intentan cruzar de forma ilegal el muro fronterizo levantado por Polonia.
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