Investigación policial
Una pistola y un casquillo incriminan al principal sospechoso del asesinato de los surfistas en México
El delincuente conocido como "El Kekas", con antecedentes penales en al menos cuatro tipos de delitos, es uno de los tres mexicanos detenidos
El proceso judicial por el asesinato de tres surfistas extranjeros en Ensenada, México, avanza. La Fiscalía de Baja California anunció que un sospechoso fue acusado de desaparición forzada pero se espera que también le sean imputados cargos por homicidio. El organismo cuenta con un arma de fuego presuntamente usada en el homicidio y un casquillo hallado en el campamento de los turistas.
El señalado es Jesús Gerardo "N", un delincuente de 36 años conocido como "El Kekas" con antecedentes penales en al menos cuatro tipos de delitos, aunque sin vínculo conocido con organizaciones de crimen organizado. Se trata de uno de los tres mexicanos detenidos poco después de haber sido hallados los cuerpos de los hermanos Jake y Callum Robinson y su amigo Jack Carter Rhoad en un pozo de 15 metros con heridas de bala.
En audiencia judicial, el juez de control Óscar Padilla Rubio leyó datos aportados por la fiscalía, entre ellos que el mismo Jesús Gerardo habría aceptado ante una testigo haber asesinado a los tres surfistas extranjeros.
La testigo, Ari Gisell "N", es la pareja sentimental de "El Kekas". Fue arrestada por posesión de metanfetaminas con fines de venta y tenía consigo el teléfono de una de las víctimas. La joven de 23 años testificó contra el acusado ante el juez Padilla, afirmando que él le confesó que se había "chingado a tres gringos", para luego aclararle que los había matado. Posteriormente, según la fiscalía, le entregó un teléfono móvil que pertenecía a una de las víctimas y la llevó afuera para mostrarle los nuevos neumáticos en su automóvil.
El juez también advirtió que previamente Ari Gisell declaró ser víctima de violencia intrafamiliar y estar amenazada de muerte por Jesús Gerardo, en una relación sentimental que la familia niega. La mujer permanecerá en prisión al menos dos meses mientras la fiscalía federal termina su investigación, al igual que el hermano de "El Kekas".
La tesis de la fiscalía es que el móvil del asesinato fue el robo de una camioneta de los surfistas -que intentaron resistirse-, un Chevrolet Colorado de color blanco. Las pesquisas han sido apoyadas por la agencia federal de inteligencia de Estados Unidos (FBI). Los cuerpos de las tres víctimas fueron trasladados a Tijuana, fronteriza con San Diego, desde donde serán llevados a Estados Unidos para entregarlos a sus familiares.
Desde San Diego, en su primera declaración pública sobre la tragedia, Debra y Martin Robinson afirmaron el martes tener el "corazón roto" por la muerte de sus hijos. "El mundo se ha vuelto un lugar más oscuro para nosotros", afirmó la pareja al agradecer el "el abrumador apoyo" recibido desde la noticia de su desaparición. "Ahora es hora de llevarlos a casa, con su familia y sus amigos y las olas del océano en Australia", expresó la madre.
Preocupación por seguridad
El jueves, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunió en la capital con Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de seguridad de la Casa Blanca. Aunque no se dieron detalles del contenido de las conversaciones, la canciller Alicia Bárcena afirmó que había sido una reunión "productiva". La funcionaria se limitó a reaccionar en su cuenta de X afirmando: "Al más alto nivel, México y Estados Unidos mantenemos un diálogo permanente para la cooperación bilateral en materia de seguridad y migración".
Bárcena estuvo en el encuentro, celebrado al mediodía en el Palacio Nacional, así como el embajador estadounidense Ken Salazar. La reunión duró casi tres horas y la delegación de Washington se retiró sin hacer declaraciones a la prensa.
Este jueves, la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) dio a conocer la evaluación anual respecto al panorama de las drogas en Estados Unidos y reveló que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) operan en 50 estados de ese país, con presencia concentrada en Texas, Arizona, California, Nuevo México, Florida, Nueva York y Washington.
Asimismo, el gobierno de Estados Unidos no ha dejado de emitir alertas llamando a sus ciudadanos a no viajar a gran parte de los estados que conforman México debido a su peligrosidad. En su último reporte de 2023, el Departamento de Estado aconsejaba "no viajar" explícitamente a Colima, Guerrero, Michoacán, Tamaulipas y Zacatecas; y a otros siete instaba a "reconsiderar su viaje", incluyendo Baja California.
Australia también reiteró esta semana que mantiene su alerta de viaje tras el homicidio de dos de sus ciudadanos en Baja California, advirtiendo secuestros y robos a mano armada. Aunque Baja California se ha visto asolada por la violencia de los cárteles de la droga en los últimos años, rara vez se produce en zonas turísticas como Ensenada.
En paralelo, los números del turismo en México no dejan de ascender, principalmente por personas llegadas justamente desde Estados Unidos. En 2023, llegaron a México más de 42 millones de turistas extranjeros, un 10% más que el año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). De allí que el gobierno despliegue en zonas turísticas operativos militares y policiales en temporadas vacacionales.
Karim Chalita Rodríguez, presidente del Comité de Turismo y Convenciones (Cotuco) de Tijuana, la mayor ciudad de Baja California, reconoce que el asesinato de los surfistas impactará la industria "porque fue una noticia a nivel internacional", dijo a medios locales.
Normalización de la violencia
En México se registraron casi 30.000 homicidios en 2023 y continúan desaparecidas más de 100.000 personas. Estudios independientes muestran que solamente 7% de los casos de asesinatos en el país llega a ser resuelto. De allí que en la nación norteamericana haya una normalización del tema en la opinión pública.
El caso de los hermanos Robinson y su amigo Carter Rhode, de hecho, ganó titulares pero no reacciones públicas ni del presidente ni de los candidatos que están en la carrera presidencial.
Aunque las principales críticas de políticos y ciudadanos son a López Obrador por la supuesta inefectividad de la estrategia "abrazos y no balazos" -cuya tesis es que la delincuencia solo disminuirá atendiendo la desigualdad y no solo con represión-, también afectan la campaña de la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum.
La exalcaldesa de la Ciudad de México, favorita para ganar las presidenciales del próximo 2 de junio, dijo en marzo que "no se trata de abrazos a los delincuentes (...) tenemos que abrazar a las y los jóvenes de México para que no se vayan a la delincuencia con educación, cultura, deportes".
Sheimbaum sigue encabezando mítines electorales sin referirse a lo ocurrido en Ensenada. El tema tampoco ha sido incorporado a los discursos de los opositores Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, quienes han manifestado que entre sus planes está el combate a la delincuencia.
Quizá el tema surja en el debate que tendrán el 19 de mayo. Pero mientras tanto, otros asuntos copan la agenda nacional, como los apagones de luz en un tercio del país que ya generaron la declaratoria de un Estado Operativo de Emergencia en el sistema eléctrico nacional por tercer día consecutivo, o las acusaciones de la opositora Gálvez sobre dinero del narcotráfico entrando a campañas políticas.
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