El todavía primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, se convertirá el próximo 1 de octubre en el sucesor de Jens Stoltenberg al frente de la OTAN. El Consejo del Atlántico Norte, el principal órgano de decisiones de la Alianza, lo ha confirmado este miércoles tras la reunión de los 32 embajadores de la organización militar.

“Acojo con gran satisfacción la elección de Mark Rutte como mi sucesor por parte de los aliados de la OTAN”, ha proclamado Stoltenberg, quien permanecía en el puesto desde el año 2014 tras varias prórrogas.

Rutte será proclamado en la cumbre que se celebrará en Washington entre el 9 y el 11 de julio y que conmemorará el 75º aniversario de la organización militar. Estados Unidos había presionado en los últimos meses para que el sucesor de Stoltenberg estuviera claro antes de esta fecha tan emblemática. El primer ministro holandés, perteneciente al partido liberal y, de 57 años, ha marcado la política holandesa en estos pasados 14 años. Apodado como "Mr Teflón", por su capacidad para superar cualquier crisis y formar coaliciones de gobierno heterogéneas, ha sido el candidato preferido de EE UU, a lo que quizás haya ayudado su pertenencia a un país con fuertes vínculos transatlánticos. El propio Stoltenberg ha definido a su sucesor como un “auténtico transatlantista, un líder fuerte y un creador de consenso”.

Rutte llegó al poder en 2010 y era hasta el momento el líder político europeo más veterano junto al húngaro Viktor Orban tras la retirada de la canciller Angela Merkel. Desde esa fecha, había liderado cuatro gobiernos diferentes de los que tres tuvieron que dimitir antes de que finalizara su legislatura y era el único superviviente de la Gran Recesión que azotó a la Unión Europea durante la pasada década.

Políticamente, Rutte es un líder pragmático con una gran habilidad para pactar con quien sea necesario y encontrar puntos de unión en un programa de gobierno, lo que le ha permitido liderar cuatro gobiernos de coalición diferentes. Esta capacidad de interlocución le servirá para dialogar con los 32 miembros de la Alianza, en un momento en el que la organización militar tiene como principal reto continuar con el apoyo a Ucrania para que Vladimir Putin pierda la guerra. Todo indica que la posible vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca tras las elecciones del mes de noviembre y su amenaza de dejar a los europeos a la intemperie, si no incrementan su gasto en defensa, puede convertirse en el principal quebradero de cabeza del político holandés. A esto se suma el ascenso de China como una potencia geopolítica de primer orden que en los últimos años ha disparado su gasto en Defensa.